La decisión de la Reserva Federal lo que va a suponer es todavía un periodo de mayor volatilidad para los mercados porque se ha dado un mensaje, pero también se ha dado el contrario. Es decir, no se van a subir los tipos de interés en septiembre, pero se hará en las próximas reuniones. En este sentido, se han pronunciado diversos miembros de la FOMC, así está plasmado en las actas. Hay que normalizar la situación. No es significativamente un encarecimiento del dólar sino una forma de estabilizar los mercados y devolverlos a la normalidad. Estamos en una situación excepcional desde hace siete años. La fecha más probable por historia es en diciembre. En este momento le hemos dado un mensaje al mercado que hemos tratado con cierto desconcierto.
Elecciones catalanas: ¿Cómo puede afectar al mercado?
Efectivamente la volatilidad que está generando en la deuda española, donde las primas de riesgo se han incrementado de una forma importante. Cataluña es un elemento que introduce incertidumbre en el escenario. Ya sabemos que es la peor enemiga del dinero y los mercados financieros y por tanto las decisiones empresariales se han parado. Todas las que tienen que ver con una parte importante de nuestro país. Independientemente de lo que salga de esas elecciones, los inversores tienen clara una cosa: en este momento hay suficientes mecanismos legales y un marco jurídico lo suficientemente estable que asegure la integridad del país, la unidad del mercado. Lo que importa es la unidad del mercado. Si en esa unidad del mercado tenemos los suficientes instrumentos para asegurarla, pues obviamente el resultado de las elecciones va a importar muy poco porque los inversores van mucho más allá. Los bancos de inversión decían que la clave iba a estar en la actuación del gobierno central, y esta estamos viendo poco a poco por dónde va, que es hacia asegurar en todo momento la unidad de mercado.
Dentro del Ibex 35 hemos visto como los bancos han recibido recomendaciones positivas por parte de algunas firmas de análisis. Caso de Bankia o Sabadell. ¿Considera que el sector bancario es una buena apuesta para invertir de cara a los próximos meses?
Particularmente los grandes bancos están cotizando ahora a múltiplos muy interesantes. La banca española ha pasado una etapa en la cual el estrechamiento de los márgenes era evidentemente. Entonces en un momento en el que el dinero que toma prestado del banco central es prácticamente gratis, obviamente le implica no favorable sino perversa, porque la diferencia entre lo que puede cobrar por los créditos y lo que tiene que remunerar por los depósitos cada vez más estrecha. A eso le añadimos un problema, que es regulatorio. Es intentar asegurarse de tal manera la solidez de los bancos de prohibir algún tipo de operaciones y requerimientos de capital muy exigentes. Hacer valer cosas inexistentes como son los llamados activos fiscales diferidos. En ese escenario los grandes bancos son los que se han situado muy por encima de los bancos medianos y pequeños. Entonces, la apuesta por los grandes bancos es sin duda una apuesta de futuro, porque son bancos donde los márgenes los están diversificando buscando otros mercados y otro tipo de productos. En cambio la banca mediana y pequeña tiene un problema de diversificación. Creo que el diferencial entre los grandes bancos y los bancos medianos hace que se incline la balanza hacia los grandes bancos.
Dentro de este sector, Santander ha sido uno de los valores más penalizados por su exposición a Brasil, después de la rebaja de rating. ¿Cómo piensa que se puede comportar la acción de esta entidad bancaria?
En el caso de Santander o BBVA, son bancos que han sido muy castigados. Santander por Brasil y BBVA por Turquía. Son dos mercados emergentes que están teniendo enormes problemas. Sin embargo hay una sobrerreacción clara de los mercados. La situación de Brasil todavía nos desconcierta, no la entendemos de comprender. Se genera incertidumbre que se traslada al mercado por no conocer qué para exactamente. Ocurre lo mismo con Telefónica o Repsol. Las vemos en múltiplos ciertamente atractivos. Además dada su diversificación en los mercados internacionales, las posibilidades de futuro las tienen intactas. Pueden incrementar su potencial. Si todo el mundo está vendiendo, ojo que se puede comprar en ese momento.
El petróleo también parece que ha cambiado un poco la evolución de las últimas semanas. ¿Cómo ve a las empresas energéticas ahora?
Estas empresas todavía pueden caer. Repsol por ejemplo tiene un problema adicional que es sobre los problemas regulatorios a nivel europeo. Es decir, ahí están por ejemplo las eléctricas. Caso de Eon, por la nueva regulación que se establece en Alemania sobre las centrales nucleares. Entonces Repsol también participa de eso, porque el petróleo es un bien sustituto de la energía nuclear. Entonces, Repsol a todos los problemas del precio del petróleo, también en Canadá, también del cierre de plataformas petroleras de Estados Unidos, suma también los problemas regulatorios en Europa. Es muy probable que Repsol siga sufriendo una mayor corrección en las próximas semanas y se acercaría a mínimos históricos. Entonces es una oportunidad de oro para vigilarla en términos de largo plazo. Ahora es mejor esperar.
Por último, ¿qué expectativas tiene para el mercado español y el Ibex 35 en particular de aquí a final de año?
En último trimestre es muy probable que el Ibex 35 reconquiste los 10.000 puntos. En ese nivel es donde tenemos a las grandes compañías españolas, muy castigadas por lo que estábamos hablando. El mercado redoblará su apuesta por ellas, que son las que arrastran al Ibex 35. Por eso es muy probable que nos presentemos a final de año con unos niveles superiores a los que tenemos en este momento.
¿Descartamos los deseados 12.000?
Cuando los mercados bajan de golpe hablamos de los 9.000 o del desastre de los 8.000. Cuando tenemos un exceso de euforia pensamos en los 12.000 e incluso de los 13.000 puntos o el euro-dólar en la paridad. Vamos a intentar ser muy cautos y dentro de esa prudencia nos tenemos que mover en un rango entre los 9.500 y los 10.500. Ese rango es donde vemos como las valoraciones son ciertamente atractivas. Creo que el movimiento de las blue chips, de las grandes compañías españolas llevará al Ibex 35 a unas cotas más altas de las que tenemos en estos momentos.