Tras el débil Informe de Empleo que conocimos el viernes en Estados Unidos, el prestigioso analista Chris Ciovacco, considera “prudente revisar la 'gran imagen'” del mercado, lo que le lleva a plantearse la siguiente cuestión: ¿ha llegado el momento de vender acciones y comprar bonos? A principios de la semana pasada, este experto destacaba la importancia de considerar ajustes en la asignación de nuestra cartera de inversión dependiendo de los “distintos acontecimientos” que se vayan produciendo. Así, señala, los datos sobre el mercado laboral (creación de 74.000 puestos de trabajo, menos de lo esperado; y revisión a la baja del incremento del mes previo) ¿nos instan a reposicionar los activos de nuestro portfolio?

“Aunque muchos consideran que la clave del éxito está en elegir el valor ganador, la decisión más importante en cuanto a la protección y a la mejora de nuestro capital es cómo asignar con prudencia nuestro dinero en acciones, bonos y posiciones cortas”, explica Ciovacco. “Por ejemplo, si entre 1992 y 2000 usted tuvo la mayor parte de su capital en acciones, acertó, sin importar qué títulos eligió. Por el contrario, la selección de unos valores determinados por sí sola no le habría permitido esquivar las pérdidas significativas que se produjeron entre octubre de 2007 y marzo de 2009”, señala este analista.

Obviamente, continúa el reputado analista independiente, “a todos nos gustaría ser capaces de cambiar nuestro capital de acciones a bonos antes de que la renta variable experimente su próximo (e inevitable) tramo bajista. Un método que nos ayudará a conseguir dicho objetivo es monitorizar la 'batalla' entre la confianza en la economía y el miedo sobre la misma”. Y para hacerlo, observar “el gráfico diario del S&P 500, junto con sus medias móviles de 50 y 200 sesiones, puede ser útil. Si el chart comienza a parecerse a los observados en 2011 y 2007, nuestras preocupaciones deberían incrementarse. Sin embargo, la imagen dejada el viernes aún sigue siendo saludable a largo plazo”.

Pero, antes del Informe de Empleo, el mercado ya estaba “rumiando” otra cuestión: la creencia en que la Reserva Federal (Fed) se ha embarcado en un tapering que eventualmente tendrá como resultado el fin del Quantitative Easing (o QE). Sin embargo, el “itinerario” podría tener que cambiar ante el elevado desempleo y la terca inflación. Tal y como declaraba un alto funcionario del banco central estadounidense: “La autoridad monetaria, encargada por el Congreso de velar por una economía con suficientes puestos de trabajo y precios estables, hará mejor su trabajo y cumplirá con estos objetivos si adopta una política más acomodaticia y no al contrario”, afirmó Narayana Kocherlakota, presidente de la Fed de Mineapolis.

Entonces, ¿hay pruebas suficientes para “migrar” a los bonos? “El mecanismo de fijación de precios, a 10 de enero, nos decía que nos 'quedemos' con las acciones”. Las señales de alarma que nos harían cambiar la asignación de recursos aún están “lejos”. Pero, por otra parte, también podemos plantearnos si ha llegado el momento de “ponerse cortos”: “Incluso tras el debil Informe de Empleo, el mercado sigue diciendo que es mejor 'seguir largos'”, afirma Ciovacco.

“El impulso alcista de la renta variable ha disminuido desde la víspera del Año Nuevo, pero sólo hasta un nivel de 'prestar atención' y no de 'salir corriendo en busca de una salida'. Sí, el mercado aún nos dice que las acciones son más atractivas que los bonos (…) La percepción de los ingresos futuros, del crecimiento económico y las dinámicas geopolíticas no se han deteriorado hasta un nivel preocupante; por lo tanto, tener paciencia es lo que nos queda hoy por hoy. Sin embargo, si los datos se deterioran de manera notable, nuestro modelo cambiará y reduciremos la exposición a renta variable. Por ahora, seguimos apostando por bolsa estadounidense, sector financiero, energético, tecnológico, pequeñas empresas, Europa y mercados globales. Y dejaremos que el mercado siga siendo nuestra guía”, concluye este experto.

Así las cosas, la renta variable del Viejo Continente mantiene los “números verdes” de la apertura cuando llegamos a la media sesión y repunta en torno a un 0,20%. En concreto, el Ibex 35 se anota un 0,58%, hasta los 10.349,80 puntos, apoyado por el buen comportamiento de los valores bancarios. Y es que la banca se beneficia hoy del “voto de confianza” dado por Barclays y Natixis en forma de mejora de precio objetivo, así como de la relajación de la normativa sobre apalancamiento anunciada por el Comité de Basilea.

Sara Carbonell