El segundo accidente mortal de un Boeing 737 Max en cinco meses, que acabó con la vida de 157 personas el pasado domingo cerca de Adís Abeba, está haciendo a cada vez más aerolineas aparcar estas aeronaves y anunciar demandas a la estadounidense. También, numerosos países han preferido no dejar en manos de las compañías la decisión, y prohibir expresamente su uso. Los últimos México y Canadá. El más llamativo, la orden del propio presidente de EEUU, Donald Trump.
Como era de esperar, la amenaza a la sostenibilidad del negocio de Boeing ante el aluvión de millones que puede suponer la tragedia humana en su cuenta de resultados, ha hecho a sus acciones sufrir el mayor desplome bursátil en una década. Sin embargo, parece que el propio comunicado de la compañía pidiendo la paralización de las aeronaves como medida de extrema precaución, le permitió salvar la sesión por poco. El mayor fabricante de aviones del mundo insitió en la "confianza total" en su aeronave, pero asegura querer extremar la prevención.
Más allá de la acertada o no respuesta ante la crisis reputacional, lo cierto es que hasta ayer, las acciones de Boeing habrían perdido en Wall Street más de 22.459 millones de dólares en dos sesiones, según publica la prensa estadounidense.
La compañía se mantenía muy cerca de sus máximos al cierre del pasado viernes, al situarse en 422,54 dólares. Ahora sus títulos se pagan a 377,14 dólares al cierre, amenazando la impresionante revalorización del 230% que han experimentando sus títulos desde marzo de 2018.
Los inversores se preguntan si es o no momento de comprar Boeing. ¿Cree que las caídas son algo temporal o no conviene arriesgar?
Sigue en directo la cotización de Boeing Co