¿Realmente hay una burbuja tecnológica? José Luis Cava explica que “los medios de comunicación lo dicen porque han visto que la cotización de NVIDIA ha subido con mucha fuerza y ha caído durante el jueves y el viernes”. Para contestar a esta pregunta se fija en primer lugar en un ETF que replica el comportamiento del Nasdaq 100 pero ponderando todas las acciones por igual, y señala que se encuentra en una clara tendencia alcista. 

“En este gráfico mensual hemos trazado una recta uniendo los máximos de julio de 2023 y marzo de 2024. Tiene una fuerte pendiente positiva. A partir del mes de abril se ha iniciado una fase correctiva y está dibujando lo que parece un triángulo. Este tipo de pautas suelen ser de continuación. Por ese motivo yo creo que lo más probable es que la tendencia de todo el sector de la tecnología es alcista y va a intentar, cuando concluya la pauta, desplegar un nuevo tramo al alza y llevar el precio a esa recta que les he dibujado en el gráfico”. 

También intenta descifrar si existe una burbuja en la deuda pública, fijándose en el ETF que tiene como nemónico TLT, invierte en deuda pública norteamericana a más de 20 años, y que se encuentra en una clara tendencia bajista. “Está marcando los mínimos de hace 11 años. Entonces está claro: el problema está en la deuda pública. No está en la tecnología”. 

Centrándose en los datos fiscales, explica que lo que estamos viendo es que “los gobiernos occidentales están llevando unas políticas fiscales irresponsables, y si nos fijamos más en detalle en Estados Unidos, la política fiscal es inimaginablemente irresponsable. Todo vale para intentar que Biden gane las elecciones, hasta falsear las estadísticas laborales”. 

El analista cree que hemos llegado a un punto en que los gobiernos no pueden pagar la deuda pública. “Es matemáticamente imposible que el gobierno de Estados Unidos pueda pagar la deuda pública que ha emitido. Sin embargo nos encontramos que todos los ciudadanos estamos metiendo nuestro dinero en la deuda pública. Estamos comprando fondos de inversión en activos monetarios. Estamos comprando deuda pública, porque confiamos en que los gobiernos para pagar esa deuda pública, cuando no la van a poder pagar porque matemáticamente es imposible. Hemos entrado ya en una espiral. Hemos entrado ya en un punto de no retorno”. 

Y precisamente, continúa, para que el sistema continúe, “se basa en la confianza de los ciudadanos desinformados que invierten su dinero en la deuda pública soberana, los medios de comunicación occidentales no nos quieren despertar del sueño en que como niños estamos dormidos”. 
 
También señala que los bancos centrales están comprando oro, pero el que más lo está haciendo es China, “que lo está comprando a manos llenas. Cuando uno le pregunta a un banquero central por qué compran oro, siempre dice lo mismo: porque no hay riesgo en impago, y porque se ha comportado muy bien frente a las crisis anteriores”.

La tendencia del oro frente al dólar es claramente alcista, y ahora está desplegando un movimiento lateral. “Luego si comparan los tres gráficos, se ve claramente de lo que hay que huir: de la deuda pública soberana”.