Un estudio en el que Gonzalo Fernández-Duval y Javier García-Manglano, Instituto Cultura y Sociedad, Universidad de Navarra; Charo Sádaba, Facultad de Comunicación e Instituto Cultura y Sociedad, Universidad de Navarra; Tiago Lapa y Gustavo Cardoso, Centro de Investigación y Estudios de Sociología, Instituto Universitario de Lisboa, analizan si existen diferencias en el uso del móvil entre jóvenes de la generación z, nacida en torno al año 2.000, de España y Portugal.
Encontramos, en ambos países, seis perfiles de uso: dos sin uso prevalente, que están más bien caracterizados por la intensidad de uso (moderado e hiperconectado), y cuatro en los que sí se advierte un uso prevalente (organizado, socializador, impetuoso y escapista).
Mientras ponen de manifiesto seis perfiles distintos, consideran, como conclusión general, que se aprecian pocas diferencias en los perfiles moderado, organizado, y socializador del móvil. En cambio, en España, los perfiles impetuoso, escapista, e hiperconectado son más marcados que en Portugal. También en España, los usuarios de perfil impetuoso recurren más a las apuestas y a la pornografía; y los escapistas, a la evasión, el entretenimiento y la búsqueda de afecto e información sobre otros.
En cuanto a la intensidad en los diferentes usos, los moderados (42% en España y 43% en Portugal) recurren al móvil menos que la media nacional (representada en el gráfico por el círculo interior, que corresponde al valor 1). En cambio, los hiperconectados (19% en España y 18% en Portugal) manifiestan un uso relativamente superior a sus coetáneos en todos los ámbitos. Entre los organizados, predomina la organización, la salud, el estudio y la búsqueda de información (10% en ambos países). Los socializadores (10% en España, 8% en Portugal) se centran en la comunicación y en ver lo que otros hacen (curiosear). Las apuestas y la pornografía son más características de los perfiles impetuosos (10% en ambos países), y la evasión y el entretenimiento, de los escapistas (9% en España y 10% en Portugal).
Otras conclusiones pasan porque la satisfacción con el trabajo o el estudio y el ocio, es generalmente mayor en España. A diferencia de lo visto para la satisfacción relacional –ligeramente mayor para el caso de Portugal–, la satisfacción con el trabajo o el estudio y el ocio es mayor entre los jóvenes españoles. De modo general, también destaca que, tanto en España como en Portugal, la satisfacción con el tiempo libre es menor que con el trabajo o el estudio. Sin embargo, las diferencias entre países son mayores que las observadas en cuanto a la satisfacción relacional.
De forma general, se concluye que tomados en conjunto, los jóvenes en Portugal se sienten ligeramente más satisfechos con sus relaciones personales (familia y amigos) que los españoles, y los jóvenes en España, levemente más satisfechos con su trabajo o el estudio y el ocio que los portugueses.
Por otra parte, también en conjunto, los jóvenes portugueses gozan de niveles algo mayores de bienestar, y experimentan niveles algo menores de malestar. A pesar de estos hallazgos, parece precipitado hablar de un «efecto país» en el uso del móvil, ya que muchas de estas diferencias entre países se matizan (y en algún caso se invierten) cuando se observan las motivaciones a la hora de usar el móvil y se comparan jóvenes de diversos perfiles. Dicho de otro modo, independientemente del país en que se encuentren, ciertos usos (hiperconectado, escapista) del móvil se asociarían a una menor satisfacción y un mayor malestar.
Por lo tanto, sin obviar pequeñas diferencias culturales, puede concluirse que la satisfacción y el bienestar de los jóvenes vienen mayoritariamente marcados, tanto en España como en Portugal, por sus motivaciones en el uso del móvil, más que por su país de procedencia.