Con la intención de frenar y subsanar el elevadísimo déficit de tarifa de nuestro país, el Ejecutivo ha llevado a cabo continuos cambios regulatorios y fiscales durante los dos últimos años, cambios que han hecho mella en las cuentas de las utilities españolas por la reducción de costes públicos de las actividades reguladas (transporte, distribución y primas a las renovables). Estos cambios sucesivos, han dejado tocadas y, en algunos casos, hundidas a las eléctricas cotizadas, a la vez que alejaban a los inversores, especialmente internacionales, de invertir en ellas. A ojos de Patricia de Arriaga, subdirectora de Pictet AM, “el Gobierno español se está comportando de una forma un tanto “emergente”. No se puede tener una legislación tan cambiante porque da inseguridad jurídica a los inversores españoles y extranjeros”. Las volubles reglas de juego que han puesto los distintos Gobiernos españoles, “hacen que la inquietud e incertidumbre estén presente en todos aquellos que apostaron por sectores como el de las renovables. Estos nuevos marcos regulatorios no son beneficiosos para una economía española que necesita certidumbre desde el punto de vista jurídico”, apoya Miguel Méndez, director de Big Deal Capital.
Lo que la reforma les ha costado
Si sumamos las pérdidas que les han acarreado las cambiantes reglas de juego a las utilities cotizadas, el agujero superaría los 5.000 millones. En concreto, el impacto de los cambios regulatorios le han costado a Iberdrola unos 800 millones en España. Por esta razón ha presentado los peores resultados anuales en cinco años, con un Ebitda que ha descendió en 2013 un 7% hasta los 7.200 millones. En el caso de Acciona, los recortes del 50% en las ayudas a renovables y por la eliminación de las subvenciones a los molinos eólicos instalados antes de 2005 han llevado a la compañía presidida por Entrecanales a registrar en 2013 sus primeros números rojos. El ejercicio pasado cerró con unas pérdidas de 1.972 millones, incluidas unas pérdidas extraordinarias por deterioro de activos renovables de 2.203 millones. Para más INRI, ha tenido que destinar 1.675 millones para coberturas de dichos activos. Red Eléctrica, por su parte, cifró oficialmente el impacto de los cambios regulatorios de los últimos dos años en 511 millones de euros, de los cuales, unos 300 son por aplazamiento de cobros, no por pérdidas o falta de ingresos. Al fin y al cabo Red Eléctrica es de las menos afectadas debido a que es transportista de energía y no generadora. Endesa cree que los continuos cambios legislativos le han costado unos 1.329 millones, mientras que a Gas Natural le habrían acarreado unas pérdidas de 455 millones, que podrían elevarse hasta los 600 a partir de este año, según pronostica la propia compañía, pues este año tendrá que enfrentar, además, la reforma del mercado gasista. Caso, quizás aparte, es el de Gamesa, que cargó prácticamente todas las pérdidas a las negativas cuentas del 2012, año en el que acometió un saneamiento de balance tremendo y una reestructuración del grupo y su plan de negocio. Así pues, en 2013 cifró en 5,6 millones, el deterioro de activos por la nueva regulación eléctrica en España.
En busca de soluciones
Para evitar más derramamiento de sangre en sus cuentas, las energéticas se han visto obligadas a buscar una solución que compense la caída de ingresos por las reducciones de subvenciones y el encarecimiento de la generación de energía. Muchas de ellas han buscado una solución en la puerta de salida al exterior. Esta es la puerta que ha abierto Iberdrola, que ya ha manifestado su intención de disminuir un 24% su inversión en España hasta 2016, pasando de 2.000 millones de euros, a 1.500 millones. También Gas Natural ha alegado que su negocio internacional ha compensado las pérdidas en España. Sus operaciones en el exterior ya suponen el 44% del Ebitda, frente al 56% de España, con un fuerte sesgo hacia LatAm (58% de su negocio internacional). Precisamente Latinoamérica también ha sido la balsa de rescate de Endesa. Allí la eléctrica ha visto aumentado su Ebitda un 7%, frente a la caída del 14% que ha registrado en la Península Ibérica. Gamesa también ha visto una vía de salida en el exterior, pero en la desinversión de parte de su negocio con la venta de su cartera de parques eólicos en EEUU. En contraposición tenemos a Acciona, que ha optado por todo lo contrario: hacerse más fuerte en el mercado doméstico, de donde ya procede el 66% de la potencia que genera la compañía. De hecho, ha encargado la venta del 49% de sus activos eólicos instalados en el exterior –la mayor parte de su negocio externo-. Los expertos de Ahorro Corporación opinan que la venta de este negocio sería “buena, ya que permitirá poner en valor los activos y supondría una importante entrada de caja, que le ayudaría a realizar las inversiones necesarias para reconvertir la compañía, tras la agresiva rebaja de las primas a las renovables en España”. Otra vía por la que ha optado Acciona ha sido la suspensión de su dividendo, cuyo pago en efectivo era el más elevado del Ibex (2,65 euros por acción).
Las expectativas de futuro
Según las expectativas de beneficios que recoge el consenso de expertos de FactSet, no todas las energéticas lograrán dejar atrás el impacto de los recientes cambios regulatorios. Así pues, la utility más grande de nuestro país, Iberdrola, seguirá reduciendo su Ebitda, desde los 7.205 millones con los que cerró en 2013, a los 6.879 que pronostican los expertos para el ejercicio actual. Gas Natural también verá reducido su Ebitda, desde los 5.085 millones de 2013 a los 4.860 que prevén los analistas para 2014 y, es que, según Javier Flores, responsable del servicio de estudios y análisis de ASINVER, “el riesgo más importante, o al menos el que no está descontado por el mercado, está en el gas donde muy probablemente nos enfrentemos a la vuelta de las elecciones europeas a una nueva reforma legal que impactará las cuentas de las empresas afectadas”. De hecho, para este 2014 el Ministerio de Industria prepara una reforma del mercado de gas para paliar el déficit que general el sector y que la Comisión Nacional de Energía (CNE) cifra en 866 millones para 2016.En este sentido, Gas Natural tiene casi todas las bolas en el mismo saco, pues un 90% de su negocio de distribución de gas en Europa se concentra en España.
Para Red Eléctrica las previsiones de beneficios apuntan a un 2014 plano. El consenso de expertos espera un Ebitda de 1.365 millones, casi un 5% superior al de las últimas cuentas presentadas. Gamesa, que en 2013 entró en números negros al registrar un beneficio neto de 45 millones (remontando las pérdidas de 659 millones de 2012) podría duplicar esa cifra este mismo año, hasta los 96 millones. Endesa también seguiría aumentando Ebitda, desde los 979 millones de 2013, a 1.120 millones de 2014, y Acciona logrará volver a los números negros y, tras perder en 2013 1.972 millones, obtendrá un beneficio positivo de 25 millones en 2014 (aún muy alejado de los 189,4 millones que ganó en 2012).
Oportunidades de inversión en el sector
Ahora, parece que con la Nueva Ley Energética Española ya casi cerrada, las compañías van digiriendo las pérdidas derivadas del nuevo marco regulatorio y comienzan a presentar una mejor cara gracias, eso sí, a sus propios esfuerzos internos. Estos esfuerzos han llevado a que algunas de ellas estén preponderando la expansión internacional más que el crecimiento doméstico. Esto reabre el sector a nuevas oportunidades de inversión. En este sentido, según Javier Flores, “Iberdrola es la que presenta una mejor situación técnica. Se ha visto acumulación nuevamente en la zona de 4,7 euros y ha establecido objetivos alcistas de medio plazo en 5,2, niveles que muy probablemente veremos en los próximos meses”. No obstante, si lo que busca es mayor estabilidad bursátil dentro del sector, “la apuesta conservadora es Red Eléctrica”, indica Javier Flores, valor que está continuamente marcando nuevos máximos históricos desde 2013.
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revista estrategias de inversión
Energéticas españolas: luz al final del túnel
Las energéticas españolas comienzan a respirar tras dos años en los que la reforma del sector ha ahogado su negocio. Las compañías buscan una salida, la mayor parte, dando la espalda a España y, en algunos casos, a costa del dividendo. Pero ahora que parece que las aguas vuelven a su cauce para las eléctricas, se abre una etapa de dudas para las gasistas, pues este año el Gobierno abordará la reforma del sector.
Rocío Fernández. Redacción estrategias de inversión