La actualización de su road map está asentada sobre dos grandes pilares. El primero, el crecimiento de un 30% de su parque de energías renovables, hasta 11.500 MW y con una inversión de 3.300 millones (un 20% más que en el plan anterior), con el que se logrará que el 89% de la producción peninsular estará libre de emisiones de CO2 a finales de 2023. Y, un segundo, de impulso a la digitalización de la red, que absorbe otros 2.600 millones, un 30% más que en la planificación 2020-2022.

Con estas directrices, dicen desde la multinacional, “la nueva potencia solar y eólica que se unirá a su capacidad en los tres próximos años será de 3.900 MW y supera a los 2.500MW que Endesa dará de baja con el cierre de las dos últimas centrales de carbón peninsulares”. El 62% del parque generador peninsular será renovable a cierre de 2023, desde el 45% de final del presente 2020. 

El alza de la inversión del 25% para los próximos tres años, hasta sumar 7.900 millones, sustenta el crecimiento del beneficio bruto (EBITDA) un 10% a lo largo del periodo hasta 4.300 millones previstos para el ejercicio 2023. Mientras que el 94% de la inversión prevista está directamente relacionada con los ODS de la ONU. En el mismo sentido, el porcentaje de la deuda corporativa ligada a objetivos de sostenibilidad pasará del 45% en 2020 al 59% en 2023.

Endesamantiene la política de dividendos aprobada el año pasado y se extiende el 70% de payout un año más, a 2023, al mismo tiempo, el beneficio neto crecerá un 12% hasta 1.900 millones al final del nuevo plan estratégico”, dicen desde la compañía. La electrificación de la demanda, a través de Endesa X, se verá fuertemente potenciada con un incremento previsto del 42% en contratos de servicios avanzados en hogares (E-home contracts) hasta 2,7 millones. El plan de despliegue de puntos de recarga para vehículos eléctricos se fija la meta de llegar a 56.000 operativos a cierre de 2023.

Endesa proyecta mantener estable su base de clientes en el entorno de los 10,6 millones en la Península Ibérica, basándose en un sólido crecimiento en el mercado libre del 7% (400.000 más) que compense el descenso de clientes con tarifa regulada. La empresa ofrece por primera vez su visión de conjunto para la década actual, en la que proyecta una inversión total estimada de 25.000 millones. Gracias a ello, elevará al 80% el porcentaje de toda su generación que estará libre de emisiones de CO2 en 2030. De la inversión prevista hasta final de esta década, 10.000 millones se destinarían a nueva potencia renovable para alcanzar un mínimo de 18.000 MW. Y otros 10.000 millones a digitalización y modernización de la red, con la finalidad de mejorar el servicio y permitir, entre otros objetivos, mecanismos de flexibilidad de demanda en hogares y empresas de hasta 1.000 MW. Además, Endesa se fija el objetivo de alcanzar 7 millones de clientes en el mercado libre y llegar a 575.000 puntos de recarga para vehículos eléctricos a cierre de 2030.

En su visión de la década actual las renovables son un factor clave y determinante en el repunte de la rentabilidad. También en el desempeño financiero. Endesa prevé incrementar el beneficio bruto (ebitda) un 10% en el periodo, desde 3.900 millones estimados en 2020 hasta los 4.300 millones en 2023, como fruto de ese aumento de la inversión del 25% hasta 7.900 millones. En concreto, Enel Green Power España, la filial de renovables de Endesa, doblará su aportación al Ebitda desde 300 millones a 600 millones entre 2020 y 2023. Otros 100 millones adicionales de Ebitda procederán del negocio de distribución, que pasará de un beneficio de 2.000 millones de euros brutos a 2.100 millones.

El Grupo Enel también ha desvelado desde su sede operativa italiana su Road to 2030. Tras una década de profundas transformaciones, la multinacional “ha puesto en marcha una estrategia conjunta de aceleración de la transición energética, hacia la producción y generación sostenible, y con unas predicciones de crecimiento de beneficios que crearán un valor significativo a todos sus stakeholders y un retorno de inversiones atractivo para sus accionistas a lo largo del periodo” explica su comunicado. Con tasas anuales de aumento de ebitda de entre el 5% y el 6% entre 2020 y 2030. Y una movilización de recursos de 190.000 millones de euros desde 2021 hasta el final de la década. Una trayectoria que está marcada por el impulso a la descarbonización, a la electrificación del consumo y la creación de plataformas que espoleen la sostenibilidad desde el grupo y sostengan sus rentabilidad y beneficios a medio y largo plazo. Más del 90% de los fondos inversores de Enel están alineados con los ODS de la ONU. Y entre el 80% y el 90% de sus gastos de capital se ajustan a los criterios de la taxonomía de la UE para mitigar los efectos del cambio climático. 
 

 


Francesco Starace, CEO and General Manager de Enel, considera que como supermajor eléctrica del sector renovable, refuerza su estrategia de producción energética limpia y acelera su apuesta decidida por un modelo de plataforma operativo que mejore sus índices de calidad, resiliencia, eficiencia y flexibilidad. “Con la renovada estrategia situamos a Enel en los próximos diez años a la vanguardia de la economía verde”.  También en el terreno tecnológico. Porque las plataformas digitales -asegura Starace- “proveerán servicios innovadores y ofertas integradas”, que serán indispensables para acelerar la transición energética, generar nuevos modelos operativos y de negocio a través de plataformas y asentar el crecimiento sostenibles y los beneficios durante la década de los años veinte.