Una pregunta que Amit Lodha, gestor y CFA de Fidelity, asegura que le hacen mucho estos días es en qué punto nos encontramos en este ciclo económico tan atípico.  Lodha asegura ser de la tendencia a pensar que nos encontramos en la fase final de la recuperación económica como aseguran los dato que ejemplifica con  el indicador adelantado de Fidelity.

Las valoraciones sólo cuentan la mitad de la historia. Aunque las valoraciones actuales son elevadas desde una óptica absoluta, parecen más razonables desde una óptica relativa gracias a los fuertes incrementos de los beneficios propiciados por las rebajas de impuestos. En cualquier caso, Lodha no cree que las valoraciones puedan utilizarse para acertar con los tiempos del mercado. "Unas valoraciones elevadas no presuponen que el mercado vaya a caer mañana, sino que implican que el margen de seguridad es menor, la relación entre el riesgo y la rentabilidad se ha deteriorado y la probabilidad de pérdidas es mayor en el caso de que cualquier otro riesgo se materialice" asevera.

Otro elemento que nos indica en qué punto del ciclo nos encontramos es el aplanamiento de la curva de tipos, que ha suscitado mucha atención en fechas recientes. Una curva invertida no es la antesala segura de una recesión: es necesaria,pero por sí sola no basta. "Si fuera tan fácil -dice Lodha-se podrían distribuir las inversiones empleando un único indicador. En el pasado, a los mercados les ha ido bien en periodos en los que la curva de rendimientos se invertía, aunque cambiaban los sectores de mejor comportamiento.

¿Qué  preocupa?

Como suele ocurrir , existen varios factores de signo opuesto que influyen en el mercado. Atendiendo primero a las señales en ámbar, la gran preocupación del experto de Fidelity es que hay un nuevo sheriff en esa ciudad llamada Reserva Federal (Fed) y "de nuestras conversaciones con personas que han trabajado con él se deprende que el presidente Jerome Powell quiere llegar al 'tipo neutral' cuando las cosas van bien y que se toma la volatilidad del mercado con mucha más tranquilidad que sus últimos predecesores". Dicho de otro modo, la put existe, pero todavía no está claro el precio de ejercicio.

En segundo lugar, la Fed "ya se ha embarcado en el endurecimiento cuantitativo y se espera que se una a ella el Banco Central Europeo a finales de 2019" dice Lodha. La liquidez también se ha reducido en China durante los últimos meses. Eso deja a Japón como último gran exponente de las inyecciones de liquidez, aunque el banco central nipón ha retocado últimamente el mecanismo de transmisión de su política monetaria.

Pero no todas las señales son bajistas Aunque abundan los motivos para la cautela en el entorno actual, "no me parece que las perspectivas sean totalmente bajistas. La razón principal para el optimismo es que Donald Trump ha sido extremadamente positivo para la confianza empresarial en EE.UU" asevera en su informe el CFA de Fidelity. Los tipos impositivos de EE.UU. son los más bajos desde la década de 1930, la edad media de las infraestructuras es la más alta desde la Segunda Guerra Mundial y, desde el punto de vista de las empresas nacionales, las disputas comerciales hacen que las perspectivas de reinvertir en EE.UU. sean más atractivas.

Todo eso sugiere, para este experto,que no podrían darse mejores condiciones para la inversión empresarial y el arranque del ciclo de gasto y, si eso ocurre, volveremos a estar en una fase media del ciclo, más que final. Otra consideración positiva es que si bien los gigantes tecnológicos como los FAANG (Facebook, Amazon, Apple,Netflix y Alphabet, la matriz de Google) y los valores de crecimiento han liderado el mercado durante los últimos meses, "todavía no hemos visto las señales habituales de euforia que deberían inquietar a los inversores racionales.

Por último, "si la Fed fuera a tomarse un respiro en su ciclo de subidas de tipos (o decretara un todavía más improbable recorte), volveríamos a estar en la brecha" concluye.

 

 

Posibles focos de tensiones

Varios son los posibles focos de tensiones que merecen atención para Lodha. En primer lugar, "cada vez está más claro que la guerra comercial es un problema real. A más largo plazo, los aspectos geopolíticos del comercio solo pueden empeorar". Los aranceles ya están teniendo unos primeros efectos indirectos (basta con fijarse, dice el informe, en los precios de las materias primas o hablar con un agricultor de soja de EE.UU.), pero actualmente el mercado está adoptando una visión más positiva sobre los efectos indirectos secundarios, como la reducción del crecimiento económico y la estanflación. "De producirse una reevaluación de estos riesgos tan difíciles de pronosticar, las ampliaciones serían de gran calado" señala.

En segundo lugar,  la deuda corporativa ha subido de forma bastante considerable. "Cuando el 32º prestatario del mundo no es un país, sino una empresa (aplauso lento para AT&T, que en estos momentos acumula más deuda que Argentina), es hora de prestar atención" dice Lodha. El importe bruto de bonos con calificación BBB es el más alto de la historia y una desaceleración, por pequeña que sea, podría tener un efecto significativo en los mercados de bonos corporativos y los diferenciales.

El CFA de Fidelity asegura estar muy atento también a los factores de liquidez en los mercados de bonos corporativos. Las condiciones han cambiado espectacularmente durante los últimos años y cualquier movimiento del mercado se verá amplificado por el deterioro de la liquidez y agravado por la negociación algorítmica y los motores de inteligencia artificial. "Considero el deterioro de la liquidez como una señal para adoptar una postura más defensiva".

Por último, tampoco hay que perder de vista a China en busca de señales que apunten a una desaceleración imprevista o una perturbación en el sistema financiero.

 

Siempre hay un mercado alcista en alguna parte

¿Cómo deberían posicionarse los inversores en este entorno? Para empezar, aconseja Lodha, "deberíamos meter nuestro dinero en valores con situaciones específicas: una cosa de la que se puede estar seguro en la parte final del ciclo es que la dispersión se incrementará y que surgirán muchas oportunidades para aumentar o disminuir la rentabilidad relativa". No obstante, hay que tener cuidado con esa nueva raza formada por “determinados valores de crecimiento”. Los algoritmos que sugieren que los valores FAANG aguantarán en un movimiento de caída olvidan algunos aspectos matemáticos básicos: con unas capitalizaciones cercanas al billón de dólares, "preveo que estas empresas estarán mucho más expuestas a la economía real que durante la última crisis, cuando su penetración era más baja y tenían mucho más recorrido de crecimiento" apuesta el experto en su informe.

A continuación figuran algunos de los mercados en los que Amit Lodha cree que hay más potencial para destacar durante los próximos años:

  •  EE.UU.: las grandes divergencias en política monetaria deberían hacer que las empresas orientadas al mercado interno sigan brillando.
  • India: no le afectan las guerras comerciales y su evolución demográfica a largo plazo es favorable.
  • Mercados emergentes: el valor está empezando a emerger con claridad.
  • Japón: sólido ciclo de gobierno corporativo (devolución de capital a los accionistas), con algunos de los balances empresariales más sólidos del mundo.
  • Energía/petróleo: la falta de inversión durante los últimos años debería traducirse en mercados pujantes durante los próximos.
  • Reino Unido: tendría recorrido al alza en un escenario de “no al Brexit”.
  • Acciones infravaloradas: si la Fed hiciera una pausa en su ciclo de subidas de tipos, estas acciones serían las principales beneficiadas, con el sector financiero a la cabeza.