¿Qué es lo principal que debería plantearse una empresa a la hora de renovar sus infraestructuras tecnológicas?
Lo fundamental es que sus infraestructuras tecnológicas estén alineadas con su estrategia de negocio. Aunque es fácil dar una respuesta rápida, llevarlo a cabo requiere procesos y cultura dentro de la organización, el acompañamiento de las empresas consultoras para hacerlo adecuado. Hablamos de transformación digital que es la transformación y modernización de los procesos productivos de una empresa para lo que se quiere tecnología y éstas las forman las arquitecturas tecnológicas en las que se sustenta el proceso. Cómo se seleccionen estas infraestructuras derivará en el éxito o en el fracaso de un proceso de transformación digital. En definitiva, hay que tener en cuenta siempre el objetivo de la compañía y alinearlo con las infraestructuras tecnológicas.
¿Las arquitecturas tradicionales están a la altura de las necesidades de los procesos de datos que están llevando a cabo las empresas?
No. No están preparas porque si evaluamos las infraestructuras tecnológicas tradicionales y evaluamos la tecnología que hay en el mercado a día de hoy, en los últimos 5-10 años se ha puesto al alcance de todas las compañías y a un coste bastante reducido nuevas tecnologías que no existían antes: blockchain, machine learning, inteligencia artificial… O el gran big data. Las tecnologías más clásicas son poco flexibles para utilizar estas nuevas infraestructuras para sacarlas provecho, son poco ágiles en el desarrollo de nuevos modelos tecnológicos y, por tanto, tenemos que pensar en nuevas infraestructuras que puedan ejecutar de forma adecuada las nuevas soluciones que hay en el mercado. Por ejemplo, el machine learning requiere de lenguaje automatizado que puede ser potenciado por ciertas infraestructuras de cómputo que, si no se tienen, mermarán el rendimiento o productividad de las mismas.
¿Cuál es el principal valor añadido que aporta Izertis respecto a otras consultoras?
Izertis trabaja por y para la transformación digital e incluso en un área como la mía, la de infraestructuras tecnológicas que es la que a priori estaría más alejada del negocio, trabaja en la co-creación de modelos digitales para nuestros clientes, diseñamos las estrategias de puesta de productos en el mercado y optimización de sus procesos productos y podemos acompañarles en todo el ciclo de vida. Buscando siempre estar pegados y acompañando al cliente para hacer el proceso de optimización continua tan necesario en los procesos actuales.
En los últimos tiempos se han visto ciberataques masivos, ¿hasta qué punto es la ciberseguridad determinante para las compañías?
Desde un punto de vista más amplio, si hablamos de la seguridad de la información, hay que abordarlo desde dos aspectos: la seguridad de la información nos garantiza que la propiedad intelectual siga siendo nuestra, y por tanto no perdemos ese activo neto que tenemos en las compañías y, además, hay un activo más intangible que es la reputación de las compañías que debe garantizar que los datos de sus clientes no salen de sus sistemas. Si hablamos de un entorno digital, la digitalización de procesos o la integración máquina- máquina u hombre – máquina, la ciberseguridad pasa de ser necesaria a crítica. El valor de la cibersegurdad en los nuevos modelos tecnológicos es crítico.
¿Hacia dónde cree que se dirige el futuro de la ciberseguridad?
No lo sé. Pero sí sé que el futuro de la ciberseguridad es fascinante, hablamos de entornos de intercambio de datos de plataformas conectadas que hasta este momento no existían, hablamos de hiperescalas, se integran la IT más clásica con los sistemas OT, sistemas de producción de entornos operativos con la intención de procesar todos los datos, interactuar y que la conversación máquina – máquina cada vez sea más real. Ese volumen de máquinas que procesan datos de las compañías hacen que la ciberseguridad tenga un peso específico cada vez mayor. Pasaría a ser la primera línea de defensa que está en un estado de madurez importante pero que tiene que seguir evolucionando, tanto a nivel normativo – donde las legislaciones existentes son más restrictivas según el país del que se hable – como del procesado de todas las tecnologías. Es un mundo que tiene que estar pegado al cambio y evaluando nuevas formas de hacer las cosas.
¿Qué papel considera que juegan los CIOs en esta transformación digital?
Para mí es la figura fundamental. Hace unos años esta figura pasó de tener un peso específico bastante pequeño dentro de los comités de dirección a ser una figura clave como dinamizador de la transformación digital. Como hemos hablado a lo largo de esta entrevista, la transformación digital se sustenta en la digitalización de los procesos, en la utilización de tecnologías. El CIO es la persona que tiene que hacer interactuar a la compañía, al comité de dirección y los procesos con esa tecnología.