¿Los Bancos Centrales van a seguir siendo claves en los mercados de cara a finales de 2023 y 2024?

Los bancos centrales han sido claves, incluso cuando los tipos de interés estaban bajos hace muchos años. Incluso en la pandemia, el mercado estaba muy pendiente de cómo iban a actuar los bancos centrales y por eso los mercados financieros recuperaron tanto y tan bien. Hemos visto también cómo se producía el llamado "efecto espejo", es decir, los mercados estaban cotizando lo que los bancos centrales decían y los bancos centrales decían lo que querían escuchar los mercados para evitar que hubiese una crisis financiera. Además, hemos visto un inicio de 2023 en el que el mercado volvía a subir al pensar que los bancos centrales habían llegado a su nivel máximo de subida de tipos y que incluso podría haber una cierta bajada de los mismos, pero cuando a partir de junio los bancos centrales endurecieron sus mensajes, los mercados volvieron a caer. Por lo tanto, van a seguir siendo claves. Es cierto que ahora mismo están en un momento de pausa, pero también lo es que los tipos han subido muy rápido y en muy poco tiempo y, por lo tanto, ahora tienen que esperar y ver qué impacto va a tener su política sobre la economía, que de momento ha conseguido evitar un shock económico como ocurrió en 2008 y frenar esos excesos que se habían cometido debido a los bajos tipos de interés y mala asignación del capital. Ahora, con tipos de interés más altos, tanto empresas como estados, hogares y familias van a tener que asignar mucho mejor el capital porque cuesta mucho más que antes.

¿Cómo les afecta a las pequeñas compañías el aumento de los costes de financiación?

Una subida de los tipos de interés evidentemente implica que el acceso a la financiación sea mucho más caro, pero no solamente para las empresas de pequeña, mediana y gran capitalización, sino también para los estados, familias y hogares. Ahora el dinero ya no es gratis ni tan barato como antes. Los tipos de interés están mucho más altos y, por lo tanto, cuando se necesita financiación y se acude al banco o a los mercados de capitales, el préstamo de ese dinero va a suponer intereses más altos. Por eso es muy importante también la solvencia, la calidad tanto de las empresas como de los estados. Centrándonos en las pequeñas compañías, es muy importante tener un balance muy saneado y sólido, que genere mucho flujo de caja, con altos márgenes, con ventajas competitivas y con poca deuda, porque cuando necesiten financiación la caja del balance y los altos márgenes van a poder usarse para seguir financiando el negocio. Además, en el caso de que necesiten acudir al banco o a los mercados de capitales, tener una posición financiera o unos balances muy saneados, se traduce en que ese coste de financiación sea mucho menor. Por tanto, no por el hecho de que sean pequeñas empresas quiere decir que su coste de financiación sea mucho más elevado. El coste de financiación es elevado para aquellas compañías, hogares, estados y familias que tengan mucha deuda y una calidad o solvencia débil.

¿Por qué la inversión en compañías small-mid caps en Europa pueden hacerlo bien en el actual entorno de mercado?

El universo de las small caps ofrece muchísimas oportunidades para cualquier inversor que tenga una visión de largo plazo. Se trata de un universo muy importante y amplio dentro del universo de inversión global como para ignorarlo, por lo tanto, desde nuestro punto de vista, habría que tener pequeñas compañías de manera estructural en nuestras carteras, sobre todo en las carteras de renta variable. No obstante, si echamos la vista atrás y analizamos lo que ha ocurrido en 2022 e incluso en 2023, con la subida tan brusca de los tipos de interés las valoraciones de las small caps se han visto afectadas y, además, ha generado flujos de salida desde esta clase de activos hacia otras clases que ahora ya son atractivos para buscar rentabilidad. Es decir, antes, con tipos de interés cero o incluso negativos, en esa búsqueda de rentabilidad por parte de los inversores entró mucho flujo hacia activos de riesgo en general y hacia las pequeñas y medianas compañías en particular, pero cuando han subido los tipos y hay otras fuentes donde podemos buscar rentabilidades, ha habido un flujo de salida importante de los activos de riesgo en general y de las small caps en particular que ha penalizado su cotización. Por ello, ahora mismo encontramos en este universo de pequeña capitalización compañías con valoraciones en niveles muy similares e incluso por debajo de las de gran capitalización, cuando generalmente la valoración de las pequeñas empresas llevaba hacia una prima en torno al 20 o el 30% frente a las de gran capitalización por ese mayor crecimiento. Sin embargo, la historia nos ha mostrado que las pequeñas y grandes compañías no crecen de igual forma. En nuestra opinión, la prima de las medianas compañías se irá reconstituyendo a lo largo de los próximos años, sobre todo cuando los bancos centrales estabilicen los tipos de interés o incluso empiecen a bajar. Desde luego estamos ahora mismo estamos en una situación mucho mejor de la que estábamos hace dos años y con un potencial de crecimiento todavía mucho mayor. 

¿La gestión activa aporta rentabilidad extra (alfa) frente a la gestión pasiva en small-mid caps?

Sin ninguna duda. Un inversor que quiera gestión activa, es decir que quiera generar alfa o exceso de rentabilidad, tiene como mercado clave el universo de pequeñas y medianas compañías, porque es un universo más ineficiente y cuando hay ineficiencia en un mercado se pueden encontrar buenas oportunidades que lo hagan bien. No necesitas como ocurre en el universo de grandes capitalizaciones -que es un mercado mucho más eficiente- encontrar una oportunidad que genere exceso de rentabilidad, que genere mejor comportamiento que otra compañía. Es por ello que en los mercados más ineficientes es mucho más fácil para los inversores encontrar compañías con capacidad para hacer crecer sus beneficios y expandirse de manera sostenible en el largo plazo hacia otros mercados, porque son más desconocidas. Y esa es una de las grandes ventajas del universo de las pequeñas y medianas empresas: al ser un mercado más ineficiente, hay multitud de oportunidades y no hay por qué elegir la mejor compañía para tener una muy buena rentabilidad. Es cierto que es un universo más volátil pero, desde un punto de vista de rendimiento ajustado al riesgo, es mucho más óptimo; es aquí donde se consigue batir a los índices y optimizar el binomio de rentabilidad-riesgo.