El desánimo es un sentimiento que pesa en los inversores desde el arranque de este 2022, por las numerosas incertidumbres que acechan los mercados. La invasión de Ucrania, la elevada inflación, una política monetaria restrictiva, una recesión económica que cada vez resuena más... ¿Qué es lo más peligroso de todo para la renta variable?
Los mercados están enfatizando ahora mismo que la inflación puede llevar a una subida más que exagerada de los tipos de interés, porque son conscientes de que eso sí nos abocaría a la recesión. Lo vimos el pasado miércoles, cuando salió el dato del IPC de EEUU, que fue mejor de los esperado y los mercados reaccionaron al alza. El miedo que tiene la economía es que la persistente inflación pueda afectar una subida más que la deseada de los tipos de interés y conduzca a una más que segura recesión. De momento, nos libramos porque tenemos unos datos de empleo positivos, que hacen que la recesión sea un poco particular.
También es cierto que, en las últimas jornadas, las bolsas han rebotado. Ha habido una mejora bastante importante primero, porque los resultados empresariales están siendo mejor de lo esperado, y luego porque parece que el mercado espera una recesión no demasiado dura y que la inflación esté bajo control. ¿Podemos esperar alzas sostenidas a medio plazo?
Si seguimos con esta puta, sí. En mi caso, me fijo sobre todo en el gran causante de la inflación, que es el precio del petróleo. Estamos viendo cómo, desde máximos del entorno de los 120 dólares barril, nos hemos ido deslizando y ahora estamos en torno a 90 dólares. Eso hace que los productos energéticos vayan bajando y los precios del resto de la cesta también aminoren. Con lo cual, la clave está en que la bajada del petróleo siga su curso y podamos llegar a 70/80 dólares, algo que podría hacer que la inflación se estabilizara e incluso bajara. Pero no podemos olvidar que ahora mismo tenemos dos problemas: seguimos con la guerra de Ucrania y las tensiones entre EEUU, China y Taiwán han generado un clima de incertidumbre en los mercados; y el gran afectado siempre de las incertidumbres políticas es el precio de las energías, fundamente del petróleo, que sube.
¿Qué sectores serán los ganadores y los perjudicados para el segundo semestre?
El problema es que, ante una incertidumbre tan fuerte, los sectores cambian continuamente. Por ejemplo, si somos conscientes de que la inflación va a ser muy fuerte y los bancos centrales van a subir de manera importante los tipos de interés, los grandes ganadores serán los bancos. Si el petróleo sigue en alza, otro ganador son las petroleras. Pero si el petróleo se sigue deslizando y la tranquilidad reina en el mercados, el ganador es el sector turismo. Por ello, ahora mismo la gestión tiene que ir muy acompasado con los momentums que se generan en el mercado. Si como prevemos la cosa va mejorando suavemente, y el conflicto de Ucrania se soluciona, el gran beneficiado será el sector tecnológico, porque ha sufrido mucho durante esteos meses pasado y está con unas valoraciones muy baratas. En definitiva, no podemos generalizar, porque los acontecimientos son los que dictan ahora mismo los movimientos del mercado y las situaciones son muy cambiantes.
Si nos ceñimos al mercado español, y más en concreto al Ibex 35, ¿qué empresas deberíamos incluir para proteger nuestras carteras?
Hay una cosa que está clara y es que, por desgracia, el precio del petróleo no va caer fuerte, con lo cual hay un valor ganador este año 2022: Repsol, porque es un productor de petróleo y tiene toda la cadena de negocio en un sector ganador. Además, en España solo tenemos esa empresa. Por otro lado, está claro que, con mayor o menos virulencia, los bancos centrales van subir los tipos, con lo cual tenemos otro sector ganador: los bancos. Y, finalmente, esperamos una recuperación del sector turismo, y empresas como Melia Hotels o IAG van a mostrar cifras muy buenas y creo que ahora mismo están en precios muy atractivos. Son empresas que si nada se tuerce van a ser ganadores.