Dudas, muchas dudas; eso es lo que surge en la mente de los inversores cuando piensan qué hacer en el cuarto trimestre del año. Por un lado, la renta variable parece ser el activo que más oportunidades ofrece, sin embargo, en lo que llevamos de ejercicio la mayor parte de los índices ya han generado toda la rentabilidad que se esperaba de ellos. La cuestión es si hay que esperar nuevas subidas o si, por el contrario, es mejor optar por quedarse fuera del mercado y asegurar las rentabilidades conseguidas.  Para los expertos la respuesta es fácil. Las oportunidades en la renta variable existen, solo hay que buscarlas.  

Pero, ¿dónde sería más fácil encontrarlas? Por un lado, Wall Street sigue liderando las subidas también este año de la mano del sector de la tecnología y Europa vuelve, de nuevo, a seguir a la zaga. La pregunta es si en los próximos meses esta tendencia va a continuar.

Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities, explica que “en principio por fundamentales, las bolsas europeas, incluida la española, todavía recorrido. La economía de la zona Euro está creciendo al ritmo más elevado en años, lo que debe reflejarse en los resultados de las empresas, que también deben poder aprovechar el buen entorno macroeconómico global”. Además, el experto opina que “las valoraciones no son excesivamente altas, sobre todo si se comparan con la renta fija”.

En lo que va de año, ninguna de las grandes bolsas de los países desarrollados está en negativo. Entre los índices más importantes el que mejor se ha comportado ha sido el Nasdaq.  El selectivo tecnológico estadounidense se apreciaba hasta el cierre de esta edición alrededor de un 19% desde el 1 de enero.

En este tiempo el Ibex 35 se ha apuntado más de un 9% en los primeros nueve meses del año, convirtiéndose en uno de los índices que ha generado una mayor rentabilidad entre las principales bolsas del mundo. El británico FTSE, por el contrario, ha experimentado retornos mucho más magros, con subidas de apenas un 6%, debido a las incertidumbres que generan los efectos del brexit y al fortalecimiento de su divisa, que ha lastrado a su potente sector exportador.

 

 

La robustez de la economía de la eurozona, la aclaración de muchas dudas por el lado de la política, así como la decepción de la administración de Donald Trump en Estados Unidos en materia económica han provocado que la moneda europea se dispare este año y eso, como no podía ser de otra manera, ha pasado factura a la bolsa.

Desde el 8 de mayo, cuando se tocaron los máximos del año, prácticamente todas las bolsas europeas presentan números rojos. Sobre todo la española, que es la que más ha caído en este tiempo, al ceder alrededor de un 8%. La culpa, dicen los expertos, es de la moneda. En el caso español concurren otros factores, como el excesivo peso de los bancos, y la problemática con Cataluña.  

Fernando Hernández, Subdirector de Anbank Wealth AM en Andbank, señala que “ha sido un verano flojo en términos de volumen, hemos experimentado un constante goteo a la baja desde mayo. Eso sí, en Europa, porque el mercado americano va a su rollo”, apunta el experto.

Como recuerda Anabel Laín, gestora de inversiones  de Ibercaja Gestión, ”durante los meses de verano la bolsa europea se deslizó hasta llegar a perder a fin de agosto un 6% desde de los máximos de mayo, aunque a partir de entonces ha recuperado casi un 4%. Mientras tanto el euro se ha apreciado alrededor de un 10% frente al dólar suscitando dudas acerca del crecimiento en la eurozona”.

El efecto de los bancos centrales

Mucho van a tener que decir los bancos centrales sobre la evolución de las economías y las divisas a partir de este mismo mes de octubre y la fórmula que usen para ir retirando poco a poco la ortopedia que usaron para restañar la rotura del esqueleto del sistema, las políticas monetarias expansivas.

Juan José Fernández-Figares, explica que “nos preocupa la reacción de los inversores al proceso de inicio de retirada de estímulos por parte de las principales autoridades monetarias, ya que muchos de estos inversores se han convertido en verdaderos "yonkis" de la liquidez inyectada por los bancos centrales y podrían reaccionar de forma negativa”.

Este mes de octubre se espera que el BCE anuncie cuándo podrá en marcha la salida del QE y cómo será este proceso de rebaja gradual de compra de activos. Además, la FED ya ha anunciado que comenzará a rebajar el tamaño de su balance y posiblemente en diciembre volverá a subir los tipos de interés en un cuarto de punto, hasta 1,25-1,50%. Victor Peiro, director general de GVC Gaesco Beka, considera que “como la FED seguramente subirá tipos, el dólar puede recuperar algo, pero no mucho sino hasta 1,16, o alrededor. A medio plazo se estabilizará en 1,20”.

Sin embargo, ese nivel que tanto ha pesado en los mercados en verano no parece preocupar mucho a los expertos que no creen que la bolsa europea esté en peligro. Todo lo contrario. De hecho, el experto de GVC Gaesco Beka señala que “las bolsas europeas siguen estando atractivas, como el Ibex  35, para el que vemos un potencial del 8% desde los niveles actuales”, señala.

Lo mismo piensa Nick Peters, gestor de fondos multiactivos de Fidelity International, que sigue siendo optimista con Europa. Peters considera que la bolsa europea  “debería beneficiarse de la solidez de los fundamentales. Los mercados del viejo continente ha ido a la zaga de otros mercados desarrollados (excluyendo el efecto de los tipos de cambio) y, por tanto, tiene margen de equiparación, sobre todo porque las valoraciones no son tan elevadas comparadas con la historia reciente y el crecimiento del beneficio por acción es el más elevado entre los mercados desarrollados”.

 

 

Oportunidades

Anabel Laín señala que ”ante la normalización de tipos del BCE que se avecina en 2018, los sectores cíclicos resultan más atractivos”.

En este entorno, la elección de los bancos es prácticamente unánime por todas las firmas de inversión consultadas. Fernando Hernández explica que “nos gustan por su correlación con los tipos a largo plazo”. En su firma, AndBank, destacan a  BBVA ya que consideran que “se trata de un banco que largo plazo va a salir fortalecido por su apuesta por la digitalización”.

Juan José Figares, por su parte, apuesta por este sector pero con otros nombres como protagonistas. El director de análisis de Link Securities apunta que “entre las entidades españolas cotizadas nos quedamos con Banco Sabadell, Caixabank, BBVA y Unicaja Banco. Fuera de nuestro país nos optamos por BNP Paribas  y por ING”.

En esa misma línea se mueve Diego Jiménez-Albarracín, responsable de renta variable del Centro de Inversiones de Deutsche Bank España, que comenta que en su selección dentro del sector están Banco Santander Caixabank, Bankia y Unicaja.

Fuera de la banca las oportunidades varían según la firma a la que se escuche. En AndBank Fernando Hernández indica que apostaría por negocios de corte doméstico y por las telecomunicaciones “ya que entre otras cosas ofrecen una rentabilidad por dividendo del 4,5% absolutamente pagadero”. Eso sí, no les gusta Telefónica y apuestan por Deutsche Telecom y Telecom Italia en su lugar.

En el banco andorrano señalan también el sector de automoción y los fabricantes de componentes y ahí destacan a Daimler, Faurecia y Continental. Dentro de este sector en España eligen a Gestamp . Con respecto a la filial del Grupo Cie, el analista considera que tras la alerta de beneficios que ha presentado en septiembre, el valor “ha hecho suelo en cinco euros por acción”, indica.

En nuestro país también apuestan por Dia porque “aunque es un sector poco representado en nuestras carteras, con un peso de apenas el 4%, el valor tiene un gran peso de los cortos y eso hace que cuando hay alguna noticia estas posiciones  se cierren de manera rápida”.

Por último, en el sector de las utilities el banco recomiende a Enagás, porque en su opinión, “es un valor que estructuralmente hay que tener en cartera”, dice Fernando Hernández.

En esta línea, Fernández-Figares indica que “es el momento de empezar a analizar con detalle el sector energético, concretamente las compañías petroleras que, en nuestra opinión, ofrecen valor a precios actuales, sobre todo si finalmente se alcanza el equilibro en el mercado por el que tanto está trabajando la OPEP y sus aliados, especialmente Rusia. De entre las cotizadas en Europa nos gustan Repsol y Total  y, en EEUU Diamondback Energy”.

En Deutsche Bank no olvidan al sector de moda en estos momentos, el inmobiliario. Diego Albarracín cree que “la irrupción de las Socimis en el parqué ha sido muy bien recibida y creemos que todavía tienen potencial. Nuestras apuestas son Axiare, Hispania, Colonial y Merlin ”.

En el banco alemán todavía siguen siendo optimistas con algunas empresas del selectivo, aquellas que son “líderes de su sector y con prestigio internacional como Amadeus, Iberdrola, Telefónica, IAG o Cellnex Telecom”.

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