Tenemos un fuerte arraigo en el territorio y, sin olvidar nuestras raíces, generación tras generación, la compañía ha ido evolucionando y creciendo a nivel internacional. Somos una empresa familiar que nació en 1946 con un pequeño taller en el País Vasco y, actualmente, somos más de 2.500 personas; contamos con 13 factorías en Europa, América, Asia y Oceanía; y tenemos clientes en 175 países. Además, para aspirar a liderar un mercado como este, debemos buscar soluciones innovadoras y, por ese motivo, tenemos seis centros dedicados a la investigación.
Competimos en una liga muy disputada donde los competidores son grandes corporaciones con estructuras inmensas al lado de la nuestra; pero, 75 años después de nuestra fundación, somos líderes en el mercado de transformadores de medida a nivel internacional y en el de relés auxiliares y mantenemos también una posición de liderazgo regional en el resto de los productos especialmente dirigidos a mercados de alta exigencia y valor añadido, como la generación renovable y el sector ferroviario. Pero para llegar a este punto de excelencia, no es suficiente ofrecer productos de máxima calidad y entran en juego otros factores, como el cuidado al cliente.
Siempre contamos una anécdota que creemos que refleja muy bien qué es Arteche: nuestros primeros cinco clientes hace 75 años siguen siéndolo en la actualidad. Huelga decir que ellos podrían haber elegido a cualquier otro en el mercado, pero han decidido seguir uniendo su camino al nuestro y es algo que, francamente, nos hace sentirnos muy orgullosos de nuestro desempeño. Esto, además de demostrar que somos un proveedor serio y constante, habla de cómo cuidamos a los que nos eligen. No en vano, nuestros clientes nos han dado una nota de 4,7 sobre 5 en sus valoraciones.
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Crecemos y logramos ser más grandes, sí; pero sin perder nuestra esencia: la cercanía. Somos un pez pequeño en un mar de grandes peces, pero, lejos de verlo como una desventaja, lo vemos como una oportunidad para ofrecerle valor añadido a nuestros clientes, amoldándonos a unas necesidades cada vez más exigentes y estando a su lado en momentos de éxito, pero también (y, sobre todo) cuando hay que arrimar el hombro o surge algún imprevisto. Este aspecto hace que se genere una bonita relación que va más allá de lo meramente comercial, en la que se celebran de forma sincera los logros propios y ajenos, y que, cuando los tiempos en los que nos están tocando vivir actualmente son de todo menos amigables, nos sigan eligiendo. Disponemos de una capacidad técnica que nada tiene que envidiar a la de una gran multinacional del sector de la energía y, además, el punto de diferenciación que podemos ofrecer es un trato cercano gracias a la ubicación de nuestras plantas y oficinas comerciales.
La cercanía es algo que fomentamos dentro y fuera de la compañía. El hecho de ser una empresa familiar no es baladí: los valores que la fundamentan tienen un peso específico en nuestro día a día. La atención que tenemos por las personas de Arteche es fundamental y se traslada a los clientes. Cuidamos a los de casa y cuidamos a quiénes deciden contar con nuestros productos y servicios en sus proyectos e infraestructuras. El cuidado del cliente empieza desde dentro de nuestra gente, haciendo ver la importancia de sentir sus proyectos como propios para generar un lazo fuerte y duradero y un sentimiento de pertenencia y compromiso. En definitiva, somos una empresa familiar que cuenta con personas preparadas para dar el mejor servicio en lugares tan dispares como Australia, Turquía, México, Indonesia, Estados Unidos y España, entre otros, y que logramos que esta cultura familiar y de cercanía cale en el cliente.
Nuestro objetivo es seguir creciendo, ser más fuertes, más sólidos, más sostenibles y más internacionales, pero siempre recordando de dónde venimos y cuáles son nuestros valores. Apostamos por seguir siendo un referente y aportar valor al sector eléctrico para contribuir a su transformación en un momento en el que es fundamental en la transición energética, y lo seguiremos haciendo como hasta ahora: codo con codo con nuestros clientes.