El Tesoro Público ha llevado a cabo una subasta este martes por un total de 2.000 millones de euros, siendo la primera tras la reciente rebaja de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE). Esta acción ha tenido un impacto directo en las rentabilidades ofrecidas en las letras a tres meses, las cuales han disminuido, aunque se ha registrado un ligero aumento en los intereses de las letras a nueve meses, según información proporcionada por el Banco de España.

El importe adjudicado en la subasta se ha situado por debajo de la cantidad demandada por los inversores, que ha alcanzado casi los 5.000 millones de euros, más del doble de lo finalmente colocado. Esto indica que, a pesar de la rebaja de los tipos por parte del BCE, los mercados siguen mostrando un gran interés por los títulos de deuda españoles.

En detalle, en la subasta de letras a tres meses se han colocado 500 millones de euros, frente a una demanda cercana a los 2.000 millones de euros. El interés marginal se ha situado en un 3,400%, por debajo del 3,630% de la subasta anterior. Por otro lado, en la emisión de letras a nueve meses, se han adjudicado 1.500 millones de euros, cifra inferior a los más de 3.000 millones solicitados por los inversores. En este caso, la rentabilidad marginal ha experimentado un ligero aumento, pasando del 3,439% al 3,500%.

El BCE decidió reducir los tipos en su última reunión de la semana pasada, tras diez incrementos consecutivos que llevaron el precio del dinero a su nivel más alto en más de dos décadas. Esta rebaja, la primera desde 2019, tendrá sin duda un impacto en las emisiones de los Tesoros de los países de la zona euro.

En cuanto al programa de financiación del Tesoro para 2024, se prevé una necesidad de financiación nueva de alrededor de 55.000 millones de euros, lo que representa una reducción de 10.000 millones respecto al ejercicio anterior. La emisión bruta estimada ascenderá a 257.572 millones de euros, un 2% más que en 2023 debido al aumento de las amortizaciones.

El Tesoro cubrirá la mayor parte de estas necesidades mediante la emisión de instrumentos a medio y largo plazo, con el objetivo de mantener la vida media de la cartera de deuda pública. Además, se contempla recurrir a sindicaciones para la emisión de ciertas referencias de Obligaciones del Estado.

Entre los objetivos del Tesoro para 2024 se encuentra mantener la diversificación de la base inversora y apostar por la emisión de bonos verdes como parte estructural del programa de financiación. Esto contribuirá a reforzar el mercado de finanzas sostenibles y promover prácticas más responsables en el ámbito financiero.