El Tesoro Público ha llevado a cabo una subasta de deuda a medio y largo plazo, en la que ha colocado un total de 6.927,2 millones de euros. Esta cifra se sitúa en el rango medio-alto previsto y muestra el continuo interés de los inversores por los títulos de deuda españoles.

En esta subasta, el Tesoro ha ofrecido diferentes tipos de obligaciones. En primer lugar, se han emitido obligaciones a 10 y 30 años: La demanda para estas referencias ha superado ampliamente lo finalmente adjudicado en los mercados. Además, el Tesoro ha ofrecido obligaciones indexadas a la inflación, con vencimientos en 2030 y una vida residual de siete años y tres meses.

A pesar de que los inversores han mostrado un gran interés por todas estas referencias, el Tesoro se ha visto obligado a remunerar a los inversores con intereses más elevados. Por ejemplo, en el caso de las obligaciones a 30 años, el Tesoro ha ofrecido un interés marginal del 4,193%, un nivel superior al de la pasada subasta.

Esta subasta forma parte de las emisiones programadas por el Tesoro Público para el mes de septiembre. En los próximos días, se llevarán a cabo nuevas subastas, incluyendo letras a tres y nueve meses, así como bonos y obligaciones del Estado.

El Tesoro Público tiene como objetivo una emisión bruta de 256.930 millones de euros para este año, lo que representa un aumento del 8,2% respecto a lo estimado para 2022. Este incremento se debe al alza de los tipos de interés.

En cuanto al endeudamiento neto, se espera que el Tesoro mantenga un nivel de 70.000 millones de euros en 2023. Se prevé que las Letras del Tesoro aporten una financiación neta negativa de 5.000 millones de euros, mientras que los bonos y obligaciones del Estado, junto con el resto de las deudas en euros y en divisas, aportarán los 75.000 millones restantes.