De acuerdo con esta noticia, el representante de la familia del multimillonario, Hamad bin Jassim bin Jaber al Thani, que desembarcó en la empresa con el pago de 1.000 millones de euros ha solicitado que El Corte Inglés ponga en marcha un proceso para cumplir con el Plan Estratégico que se lanzó para su entrada.
En este plan se pedía una mayor profesionalización de la gestión y la preparación de la salida a bolsa a partir del año que viene. De acuerdo con este medio en el contrato que se estableció entre ambas partes se establecía que el nuevo accionista podría pedir en cualquier momento que se iniciara el estudio de la salida a bolsa con un plazo de un año y medio para realizar el informe.
Según las fuentes que cita El Confidencial, el jeque buscaría además una compensación económica este año, ya que este año los objetivos económicos quedarán por debajo de las previsiones del inversor que había calculado un ebitda de 1.300 millones. En este caso, el inversor tendría derecho a una compensación al no cumplirse las estimaciones pactadas.
Al jeque le preocupa el retraso del proceso de reestructuración del grupo debido a las disensiones entre los principales accionistas. Esta medida implicaría el cierre o transformación de 21 de sus puntos de venta que no son rentables.
La cuestión es, ¿sería propicio el momento elegido para plantearse la salida a bolsa? Si se mira a Estados Unidos, el sector está atravesando por un periodo complicado, después de que algunas compañías hayan tenido que acogerse al concurso de acreedores en medio de un cambio radical del patrón de consumo de los ciudadanos. Solo en lo que va de año, el sector en ese país se deja un 24% en bolsa.
La situación es ligeramente mejor en Europa, a pesar de que solo dos de los grandes competidores de El Corte Inglés en el viejo continente suben en bolsa gracias, entre otras cosas, a la mejora de los datos económicos.
Marks & Spencer es una de esas compañías con mejor desempeño este ejercicio.