El sistema bancario en la sombra supone 70 billones de dólares a nivel mundial, según datos de Bloomberg. Este sistema está constituido alrededor de productos de inversión de alto riesgo y del crédito entre particulares, a través de prestamistas privados.
También incluye a entidades como hedge funds (fondos de inversión), fondos del mercado de capitales y vehículos de inversión estructurados. Además, engloba las operaciones con productos financieros derivados y el préstamo de acciones y otros productos financieros.
Se le denomina sistema en la sombra porque opera fuera del mercado bancario regulado. Esto implica que, en muchas ocasiones, no está controlado por los reguladores y escapa al control de los bancos centrales y las instituciones financieras internacionales.
El Consejo de Estabilidad Financiera, que depende del Bank for International Settlements, considera al sistema bancario en la sombra un riesgo sistémico para el sistema financiero global.
Otro gran problema del sistema bancario en la sombra es que es muy difícil de controlar utilizando la política monetaria tradicional, como los tipos de interés o el flujo de crédito. En China, se calcula que su valor asciende a 6 billones de dólares, una cifra que supone el 69% de su economía.
C.P.O.