Las Fintech (Finance + Technology) han irrumpido con fuerza en la industria financiera española. En el último año superan las 400 firmas y están generando más de 5.000 empleos, demostrando aportación a la economía real. La palabra 'Fintech' es aún una gran desconocida entre el español de a pie, a pesar de que la transformación digital ha traído consigo un universo por descubrir (crowdfunding, crowdlending, bitcoins, blockchain, etc.).
Un estudio de Finanbest, empresa especializada en la gestión automatizada de patrimonios, recoge que en España seis de cada diez consumidores (el 59%) se consideran early adopters, es decir, que están a la vanguardia en la adquisición de los últimos productos y nuevas tecnologías, pero tan sólo dos de ellos conoce qué es una Fintech.
¿Y qué aportan?
Cuando uno de los líderes mundiales del management, Michael Porter, habló del valor compartido, revolucionó el mundo empresarial. “El Share Value, un concepto amplio, aparentemente abstracto, pero es fundamental para la dimensión social de las empresas, para el fortalecimiento de sus acciones de RSC”, según Executive Excellence.
¿Y si aplicamos a las Fintech las bondades del “Share Value” del considerado padre de la estrategia empresarial moderna? Se trata de aportar un valor único, de encontrar fórmulas novedosas para satisfacer necesidades y aumentar la productividad. Mirar más allá de la cuenta de resultados y construir una ventaja competitiva. Encajan las claves “competencia y estrategia” frente a la banca tradicional.
El valor compartido
Aún más, si trasladamos el concepto de “valor compartido”, pues las Fintech exploran nuevos caminos desde un enfoque holístico en el que el cliente está en el centro, la innovación y la tecnología en su ADN; han venido para aportar “más soluciones” con “menores costes”. En la operativa, el cliente tiene el control y elige frente a unas redes bancarias que lo habían canibalizado todo.
Porter, en su reciente visita a España, recordó en una clase magistral en el prestigioso centro de estudios financieros IEB, que creando valor compartido desde el ámbito empresarial se produce beneficio social. Esto, es en gran parte, la esencia de las Fintech a través de nuevos servicios, creando valor a través del rediseño de productos con la innovación como bandera, eficiencia en costes y repito, nuevos modelos de negocios más accesibles al cliente, en el centro “las personas, sus necesidades”. No el ser rentables “a costa de sus clientes”. Ganar dinero con venta de productos financieros estructurados, no puede considerarse Share Value.
“Para generar valor compartido hay que pensar cómo mejorar la vida de personas, no solo satisfacer necesidades convencionales”, dice Porter. Pues si analizamos Fintech e Insurtech como Fintonic, Lendix, Bnext, Accurate Quant, Pensumo, la Bolsa Social, Mi Legado Digital, Zank, Muno y Creditea, por mencionar una decena de Fintech, están modificando la cadena de valor hasta el cliente, aportan transparencia, inclusión financiera, inmediatez, entre otras bondades, con nuevos modelos de negocios para sociedades inclusivas y reflexivas.
En la actualidad, la estrategia empresarial está marcada por los procesos de transformación digital. “Existen dos grandes ventajas competitivas: la primera es ser más eficiente que tus competidores y, la segunda, es diferenciarte de modo que los clientes valoren más tus servicios”, señalaba el profesor Porter en el IEB. Las Fintech están demostrando eficiencia y diferenciación.
Uno de los pocos unicornios Fintech de Europa, Funding Circle, ha atrapado la atención del sector financiero con su puesta de largo en la Bolsa en Londres estos días. La start up recaudó más de 340 millones de euros. Algunos expertos del mercado señalaban que el debut fue positivo, más las caídas de sus títulos pueden estar ya reflejando preocupación entre los inversores por los efectos de la subida de tipos de interés en este tipo de negocios. Es la penalización que causa la incertidumbre de mercado. No obstante, hay que reconocer que el recorrido de esta firma es un ejemplo de que el sector Fintech sigue avanzando en Europa.
¿Cuál es la principal barrera que siguen encontrando en España?
Las Fintech están contribuyendo a la trasformación digital del sector financiero y asegurador, a generar mayor empleo e incluso a situar a España como un hub financiero con gran atractivo de inversión en Europa Continental e Iberoamérica. Mientras el sector bancario español ha perdido en torno a 85.000 empleos y se han cerrado más de 18.000 oficinas entre 2007 y 2017, en una década de crisis marcada por la reestructuración y recapitalización del sistema financiero -según datos del Banco de España-, las Fintech no paran de crecer.
El freno ha sido la regulación, aclamada desde la patronal del sector, la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI), a través de distintas iniciativas desarrolladas en los últimos dos años como son: el Libro Blanco de las Fintech y el Sandbox, que permite a los países a posicionarse en el circuito internacional de inversiones extranjeras en sectores innovadores, como lo han hecho Reino Unido, Australia, Japón, Canadá, Hong Kong o Singapur.
Implementación del Sandbox
Ahora se espera el Sandbox para Navidad. El pasado 9 de octubre, la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, anunció que el Sandbox o banco de pruebas para la innovación de productos del sector financiero estará listo este año, dentro del marco de MEDIDAS PARA LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL DEL SISTEMA FINANCIERO ESPAÑOL.
A nivel nacional, según datos de la AEFI, se estima que con la implementación del Sandbox se creen en dos años más de 4.500 empleos en España y se generen de 500 millones de euros en Inversión por las empresas locales españolas y la atracción internacional de empresas de alta cualificación. A nivel europeo, el impacto de desarrollar un Sandbox europeo sería muy superior, pudiendo llegar a la generación de más de 50.000 de empleos, más de 6.000 millones de euros de inversión en proyectos y startups y 25.000 millones de euros en actividad en 3 años.
Desde la patronal del sector señalan que “es una muy buena noticia tener el Sandbox a final de año ya que tenemos una oportunidad histórica de ser referente a nivel europeo en innovación financiera”, señala Rodrigo García de la Cruz, presidente de la AEFI. No obstante, “pedimos que se presupuesten los recursos necesarios para su correcta puesta en marcha, teniendo un equipo específico dedicado a la ejecución del Sandbox y crear un espacio único para que los 3 supervisores junto con el regulador puedan trabajar de la manera más coordinada y ágil posible junto con las startups innovadoras que accedan al Sandbox, como lo están haciendo otros países como por ejemplo el Reino Unido”, matiza.
Desde la AEFI y Hogan Lovells se ha insistido con anterioridad al anuncio de Calviño, que el Anteproyecto no incluye en su redacción actual esa dotación de medios necesaria, por lo que se espera que antes de la aprobación definitiva se introduzcan modificaciones en ese sentido.
El presente de las Fintech
Está claro que mejorar las barreras de entrada de las Fintech favorecerá el aumento de la competencia, redundando en la mejora de los productos y servicios puestos a disposición del consumidor final. Se traducirá en beneficios para los clientes e inclusión financiera, entonces ¿por qué no generar valor compartido desde las Fintech?
Contestar ésta y muchas otras preguntas es el objetivo del evento que organiza Estrategias de Inversión y en el que se tratará el presente de las Fintech, así como las nuevas formas digitales de inversión.