A este nivel, que en la actualidad está en la parte alta del rango establecido inicialmente,
A este precio, tanto el Santander como el resto de accionistas que han decidido participar en esta salida a bolsa y desprenderse de parte de su paquete accionarial han obtenido 1.800 millones de dólares. Se trata de una salida a bolsa con una valoración muy ajustada, ya que esto es lo que se preveía en un principio.
Tras esta operación el banco que preside
Santander ha aprovechado el aumento de la demanda de automóviles en Estados Unidos para proceder con esta salida a bolsa que, de hecho, había anunciado hace ya más de un año en un proceso que se extiende a la mayor parte de sus filiales en el mundo. La última salida a bolsa de una unidad del Santander fue la de México en el año 2012. (Ver: la nueva salida a bolsa del Santander)