De cara a este mes de diciembre de 2024, varios factores positivos apoyarían un posible repunte. El S&P 500 sube actualmente un 23%, lo que refleja un fuerte impulso. Además, las recompras de acciones por parte de las empresas se encuentran en niveles récord en EE.UU., lo que contribuye a estabilizar la volatilidad del mercado y a mitigar los riesgos asociados a una caída.

En 1972, Yale Hirsch, autor de Stock Trader's Almanac, introdujo el término "Santa Claus rally". Hirsch identificó un periodo que incluía los cinco últimos días de negociación del año en curso y los dos primeros días de negociación del año siguiente como la duración de este fenómeno. Durante esos siete días, los datos históricos muestran un aumento del 79,2% en las cotizaciones bursátiles, como demuestra el comportamiento del índice S&P 500: de acuerdo con los datos recogidos durante los 70 años que van de 1950 a 2020, el rally de Santa Claus se ha producido en 57 ocasiones, con una subida media del índice S&P 500 del 1,3%.

Históricamente, diciembre es un mes estadísticamente más fuerte para las acciones que la media, pero el repunte de este año ya comenzó tras la reunión de noviembre de la Reserva Federal. Los operadores interpretaron los comentarios del presidente Jerome Powell en el sentido de que la Fed habría llegado al final de su ciclo de endurecimiento monetario, en un escenario de ralentización de la inflación y del mercado laboral y con una economía que seguía mostrando resistencia.

A lo largo de la historia del S&P 500, determinados meses se han caracterizado por una mayor rentabilidad. El periodo de noviembre a enero muestra una tendencia estadísticamente alcista, con una rentabilidad media del 1,42% en noviembre, del 1,37% en diciembre y del 0,98% en enero. Por el contrario, agosto y septiembre presentan un periodo históricamente débil, con rendimientos medios del -0,26% y -0,57%, respectivamente. Los participantes en el mercado también sugieren la existencia de un efecto de fin de mes, especialmente en los últimos días de cada uno, cuando las acciones tienden a mostrar más alzas hacia finales de mes y principios del siguiente. La negociación en los cuatro últimos días del mes y los dos primeros días del siguiente se traduce en ganancias positivas el 64% de las veces. Teniendo en cuenta este fenómeno de fin de mes, esta tendencia alcista a finales del año natural también es coherente con el fenómeno del "Santa Claus Rally". La subida suele prolongarse durante los dos primeros días bursátiles de enero. Los inversores suelen comprar acciones en previsión de la subida en enero, lo que se conoce comúnmente como "efecto enero". También se conoce el llamado "barómetro de enero", que se refiere a la teoría que afirma que los rendimientos bursátiles observados en enero sirven de indicador para predecir el comportamiento del mercado durante el resto del año. Así, enero es también un buen mes para iniciar un programa de inversión o un reequilibrio importante de la cartera.

Por otra parte, los estudios demuestran que los valores de crecimiento pueden obtener mejores resultados en diciembre. Algunos inversores pueden perseguir la compensación de pérdidas fiscales, la recompra de acciones o la inversión en el mercado de los bonus de fin de año.

Otras explicaciones atribuyen este comportamiento de fin de año al optimismo impulsado por el ambiente festivo, que viene acompañado de las compras navideñas. Según otra teoría, los inversores institucionales que se van de vacaciones durante este periodo dejan el mercado en manos de los inversores minoristas, que tienden a ser más optimistas.

Expectativas para 2024

El S&P 500 ha experimentado una tendencia alcista en diciembre en cuatro de los últimos cinco años. Sin embargo, suele haber cierta presión vendedora a principios de diciembre, lo que hace que una estrategia de compra el 1 de diciembre parezca más arriesgada. Los datos históricos muestran que los rendimientos de diciembre tienden a ser más favorables cuando el mercado ha tenido un buen comportamiento a lo largo del año. En las dos últimas décadas, en la mitad de los años en que el S&P 500 subió más de un 10% durante los once meses anteriores, la rentabilidad media en diciembre fue del 2,2%. En cambio, en los años en que el índice subió menos del 10%, se produjo un descenso medio del 0,6% en diciembre.

De cara a este mes de diciembre de 2024, varios factores positivos apoyarían un posible repunte. El S&P 500 sube actualmente un 23%, lo que refleja un fuerte impulso. Además, las recompras de acciones por parte de las empresas se encuentran en niveles récord en EE.UU., lo que contribuye a estabilizar la volatilidad del mercado y a mitigar los riesgos asociados a una caída. El cambio activo por parte de los inversores de valores sobrevalorados del S&P 500 a otros sectores también apunta a un mercado alcista sostenido, lo que prefigura oportunidades de cambio hacia otros sectores. Además, las perspectivas económicas generales de EE.UU. siguen siendo sólidas, respaldadas por un bajo riesgo de recesión, lo que podría apoyar especialmente a las empresas de pequeña y mediana capitalización.

Estrategias de inversión ante el posible rally de Año Nuevo

  1. Investigar a fondo: dar prioridad a las decisiones informadas frente a las acciones impulsivas durante un repunte. Elegir empresas con fundamentos sólidos y una trayectoria de crecimiento positiva. Estudiar los estados financieros, seguir los indicadores clave de rendimiento y comprender las perspectivas de crecimiento futuro.
  2. Fijar expectativas pragmáticas: Reconocer que un 'Rally de Santa Claus' no es infalible. Estar preparado para la posible volatilidad del mercado y desarrollar un plan de salida claro en caso de caída.
  3. Evaluar la cartera: analizar la cartera e identificar las áreas de diversificación. Considerar la posibilidad de invertir en sectores que tradicionalmente prosperan durante las fiestas, como los bienes de consumo, los viajes y el comercio minorista.
  4. Empezar pronto: evitar el síndrome FOMO de última hora y tomar decisiones de inversión con suficiente antelación. Empezar a investigar y a elaborar la lista de eventualidades con antelación.
  5. Diversificar las inversiones: repartir las inversiones entre distintas empresas y sectores para reducir los riesgos, en lugar de concentrarlas en un solo ámbito.
  6. Centrarse en el valor: dar preferencia a los valores que cotizan por debajo de su valor intrínseco. En tiempos de incertidumbre en los mercados, los valores suelen ser más favorables.
  7. Tener paciencia: comprender que la creación de riqueza es un proceso gradual. Ceñirse a un plan de inversión a largo plazo sin buscar ganancias a corto plazo.
  8. Aplicar órdenes stop-loss: protege el capital vendiendo automáticamente acciones si los precios caen por debajo de un nivel predeterminado.
  9. Evitar un apalancamiento excesivo: no pedir prestado dinero para invertir en bolsa, ya que esto puede amplificar las pérdidas potenciales
  10. Mantener la diversificación: a pesar del atractivo del "rally de Papá Noel”, no descuidar otros segmentos de la cartera. Reequilibrar periódicamente para mantener la asignación de activos deseada.

Ideas de inversión

Microsoft Corporation (MSFT) - Microsoft sigue siendo líder en computación en la nube y soluciones de software. Con el fuerte crecimiento de sus servicios en la nube Azure y la continua innovación en IA, Microsoft está bien posicionada tanto para ganancias a corto plazo como para crecimiento a largo plazo. El reciente retroceso desde mediados de noviembre ofrece un atractivo punto de entrada.

NVIDIA Corporation (NVDA) - El liderazgo de Nvidia en IA y semiconductores sigue siendo sólido. Su innovación y sus relaciones estratégicas ofrecen potencial a largo plazo. Nvidia debe demostrar que puede mantener el impulso y diversificarse aún más con el lanzamiento de nuevos productos sin dejar de dominar el mercado de chips de IA. Aunque la empresa está pasando a una fase de crecimiento más moderado, su sólida posición en el mercado y la continua demanda de sus productos la convierten en una opción atractiva para los inversores que buscan crecimiento.

El ETF iShares Bitcoin Trust (IBIT) es un producto cotizado pionero diseñado para dar a los inversores acceso directo a BTC al contado y es uno de los mayores ETF de BTC. Gestionado por BlackRock, uno de los mayores gestores de activos del mundo, el IBIT trata de reflejar la dinámica del precio del Bitcoin al tiempo que ofrece un vehículo de inversión cómodo y seguro. Con el impulso actual y las tendencias históricas que apuntan a un fuerte rendimiento en diciembre, una posición larga en IBIT puede capitalizar las posibles ganancias de precios.

El iShares Russell 2000 ETF (IWM) es un conocido fondo cotizado diseñado para seguir la evolución del índice Russell 2000, compuesto por 2000 valores estadounidenses de pequeña capitalización. Durante la temporada de vacaciones, el sentimiento de los inversores suele cambiar en una dirección positiva, lo que lleva a una mayor actividad de compra. Este mayor optimismo puede beneficiar desproporcionadamente a los valores de pequeña capitalización, que tienden a ser más volátiles y sensibles a los movimientos del mercado. Los inversores pueden estar más dispuestos a asumir riesgos con empresas más pequeñas con mayor potencial de crecimiento, lo que favorece la revalorización de los precios.

Estos valores están posicionados para capitalizar las tendencias estacionales y la dinámica del mercado a medida que nos acercamos al final de 2024.

En conclusión, es fundamental que los operadores a largo plazo adopten un enfoque matizado de la dinámica de los precios durante las fiestas. El aumento de la volatilidad resultante de los ajustes de posiciones a final de mes y de año acentúa aún más la necesidad de actuar con cautela. Hay que guiarse por objetivos y tolerancia al riesgo individuales, en lugar de seguir ciegamente las tendencias del mercado, reconociendo que los patrones estacionales, aunque muy probables, no pueden dictar los futuros movimientos del mercado en todo momento.

Descargo de responsabilidad: Su capital está en riesgo. Rentabilidades pasadas no indican resultados futuros, y no hay garantía de que ninguna estrategia de inversión alcance sus objetivos. Es esencial llevar a cabo una investigación exhaustiva y considerar la posibilidad de solicitar asesoramiento a un profesional financiero cualificado antes de tomar cualquier decisión de inversión.