No deja de ser sorprendente que un sector que suele aguantar bien las caídas y es capaz de acompañar a los mercados alcistas, se quedase tan rezagado el año pasado. Hay un motivo de fondo en este comportamiento. Si tenemos que definir el sector salud en los mercados, diríamos que es un sector defensivo, o resiliente. Aunque haya compañías de biotecnología o incluso de robótica médica e inteligencia artificial que se vean más contagiadas por el comportamiento de la renta variable en general, el grueso del sector (grandes laboratorios, farmacéuticas, etc.) lo podemos considerar como defensivo. Y, después de las extraordinarias rentabilidades post COVID y la enorme preocupación por el cuidado de la salud, hicieron que estas compañías no dejasen prácticamente de subir y consiguieran caer mucho menos que otros sectores en la debacle del 2022. Por eso, ahora les está costando más seguir el buen ritmo de la renta variable global.

No obstante, siempre hay fondos interesantes que merece la pena considerar. En este artículo vamos a ver cuatro: UBS (Lux) ES Healthy Living, BNP Paribas Health Cr Innovtr, BGF World Healthscience, y JPM Global Healthcare. Los 3 últimos son fondos de large cap con cierto estilo growth, mientras que el fondo de UBS tiene un sesgo hacia mediana compañía. 

Los cuatro fondos suelen posicionarse en los primeros cuartiles de rentabilidad a medio y largo plazo. Este hecho no es un tema menos. Como hemos indicado antes, existen fondos de salud muy enfocados a las nuevas tecnologías y es fácil desbancar a fondos más tradicionales de las primeras posiciones. Por eso estos fondos que presentamos, teniendo también posiciones en sectores más ligados a la tecnología, tienen su mayor peso en compañías más estables y menos volátiles. Por eso aguantar a medio y largo plazo en los cuartiles superiores tiene un mérito adicional.

Los cuatro fondos tienen su exposición geográfica sobreponderando EEUU, seguido de la región desarrollada de Europa, principalmente Dinamarca y Reino Unido. Los beneficios de las compañías en cartera también siguen el mismo patrón de los domicilios de las empresas, aunque, cada vez más, este peso de los revenues va creciendo tanto en Asia emergente como en países desarrollados del mismo continente. 

Dentro de los 4 fondos, el de BlackRock es el más conservador, con un peso más elevado en compañías estables, con una beta más baja y capturando menos las caídas del mercado. Es además el que tiene meno máximo drawdown de los 4.

El fondo de UBS, en cambio, destaca porque no tiene invertido el 100% de la cartera en el sector salud, sino que tiene un 29% en consumo cíclico y un 15% en consumo defensivo, lo que le hace estar más diversificado sin perder la exposición al sector salud. De hecho, entre sus principales posiciones encontramos compañías como Danone o Chipotle Mexican Grill. Los demás fondos tienen el 100% invertido en sector salud, principalmente en grandes compañías como Novo Nordisk, AstraZeneca, o Johnson & Johnson

De los subsectores que encontramos en estos fondos, tienen especial relevancias las compañías farmacéuticas, las de planes de salud, aparatos médicos, empresas de diagnóstico e investigación, y las de biotecnología, aunque estas con un peso menor.

Habiéndose comportado relativamente mal el sector, hemos visto salidas netas en estos fondos, especialmente acusadas en el año 2023 en el fondo de BlackRock y más recientemente en el de J.P. Morgan.

Todos estos fondos tienen algunas compañías en común, como Eli Lilly and Co, Novo Nordisk, Sanofi SA, o UnitedHealth Group, entre otras. 

En resumen, el mercado de la salud tiene mucho margen de recorrido y hay muchas compañías que pueden beneficiarse del entorno en los próximos meses. Es importante conocer algunos de estos fondos para no perder la oportunidad de estar en este mercado, dadas sus atractivas valoraciones y el margen de potencial.