En Japón y Europa
En todos los mercados la agenda política sigue en el centro de atención. Los líderes políticos se enfrentan a decisiones de política fiscal de gran calado (Estados Unidos y Europa) o de transformación de sus estructuras económicas (China y Europa). En Estados Unidos el reto inmediato es modificar la legislación para garantizar que un ajuste fiscal demasiado brusco no interrumpa la recuperación económica (el llamado "fiscal cliff" o precipicio fiscal). Este tema ya ha sido debatido durante los últimos dos años y todas las áreas de acuerdo y desacuerdo, todas las soluciones y todos los márgenes de negociación son conocidos, de modo que habiéndose celebrado elecciones sin que haya cambiado el equilibrio de fuerzas políticas, podemos esperar que se alcance un compromiso con más o menos parafernalia política pero razonable y eficaz al fin y al cabo.
Adicionalmente, durante los últimos meses, prácticamente todos los indicadores señalan una mejora en el sector inmobiliario (desde el comienzo del año, los precios inmobiliarios han mostrado incluso un aumento en comparación con el año pasado), una mejora en el sector de la vivienda que podría tener un efecto dominó en toda la economía: la inversión en propiedad ha comenzado a hacer una contribución positiva al crecimiento de nuevo después de una corrección entre los años 2006 y 2011.
China
En China el desafío es más complejo. Después de varias décadas de fuerte crecimiento, los líderes chinos se enfrentan a la necesidad de crear las condiciones necesarias para el desarrollo de una economía de servicios. Una transición que necesariamente implica una reducción de la primacía de la industria y de la omnipresencia del Estado, y sin la cual China está en riesgo de quedar relegado a ser un país de renta per cápita media, lejos de las cifras de los países desarrollados. Con la desaceleración reciente del crecimiento chino han desaparecido los riesgos de sobrecalentamiento.
Europa
En Europa, si uno se toma el tiempo para mirar con perspectiva los progresos realizados desde 2010, lo cierto es que ha habido pocos avances pero decisivos: el Banco Central Europeo ha transformado su mandato, un nuevo marco de supervisión bancaria está en proceso de ser creado, y se han puesto en marcha reformas estructurales en todos los países de la región. En cuanto a la ausencia de crecimiento, no es un resultado de estos cambios sino de la anterior inacción y complacencia y de la ausencia inicial de los mecanismos adecuados para gestionar la crisis. Es cierto que todavía hay una serie de negaciones sobre Grecia (necesaria reestructuración de su deuda) y, en menor medida, sobre España (necesidad de ayuda externa), pero la realidad de los hechos y la evidencia del mercado terminarán por ayudar a reconducir ambas situaciones. De este modo, aunque el contexto político es todavía frágil por el rompecabezas griego y la indecisión española, el sentimiento inversor es probable que rebote en el corto plazo, apuntando ya a una estabilización en lo que resta de año, lo que constituye un requisito previo para la posibilidad de una recuperación clara a nivel europeo en el primer semestre de 2013.
Renta Variable
Puede parecer contradictorio tener tendencias bajistas a corto plazo y tendencias alcistas a medio plazo, pero el mercado está simplemente expresando su opinión sobre diferentes horizontes de inversión. De hecho los inversores pueden ver en la actual situación una oportunidad para entrar en el mercado, incluso una de las mejores en meses. La situación actual es muy diferente, por ejemplo, de la que sucedió en enero de 2008, cuando todos los horizontes temporales (corto, medio y largo plazo) revirtieron a la baja al mismo tiempo. Detrás de esta apreciación tan positiva hay no solamente motivos técnicos sino también fundamentales.
Si al hecho de que no cabe esperar grandes sorpresas y los riesgos parecen controlados (incertidumbre del "fiscal cliff", gobernanza europea) al tiempo que los mercados se siguen beneficiando de la protección frente a grandes caídas por la promesa de actuación hecha por el BCE, le añadimos el potencial de subidas importantes como resultado de las bajas valoraciones y recuperación de la visibilidad en emergentes y economías en recuperación, el apetito por el riesgo debería obtener su recompensa. Podemos estar ante el mejor momento de compra en meses.