Los precios del gas han sido un quebradero de cabeza durante este 2022 para los gobiernos europeos, empresas y consumidores. El conflicto en Ucrania ha disparado los precios, que han llegado a tocar un máximo histórico de 346 euros por megavatio hora (MWh). El problema, además, es que esos altos precios se han trasladado a la electricidad, ya que están relacionados.

Pero el pasado domingo, el precio de la electricidad en el mercado mayorista bajó un 30,56% hasta 72,84 euros el megavatio hora, tocando mínimos de agosto de 2021, en el cuarto día consecutivo en que no aplica el llamado mecanismo ibérico.

El tope al gas no se aplicará por cuarta vez desde su entrada en vigor el pasado 15 de junio debido a que la cotización del gas natural ha caído por debajo de los 40 euros/MWh en el Mercado Ibérico del Gas (Mibgas), precio máximo establecido por el Gobierno, hasta 36,43 euros/MWh.

El gas natural en Europa ha bajado hasta los 100 euros/MWh por primera vez desde junio. El clima templado, el almacenamiento de gas y la llegada de cargamentos de gas natural licuado alivian las preocupaciones de escasez de suministro este invierno.

Pero, si bien estamos viendo esta moderación en los precios hasta ahora, las previsiones no son tan positivas. En estos momentos todavía no ha comenzado el frío, pero cuando llegue la parte más cruda del invierno, los precios volverán a subir, aunque no se espera que toquen nuevos máximos. De hecho, Berenberg ha actualizado recientemente sus previsiones para Europa y espera ahora una caída del PIB en 2023 del 0,9% en lugar del 1,2% anterior, porque contaba hasta ahora con un gas a 200 euros el MW/h y estas nuevas estimaciones lo sitúa en los 120 euros.

La guerra en Ucrania y las sanciones contra Rusia han alterado los suministros de energía de Europa. Rusia era la fuente tradicional del continente de una cuarta parte de su petróleo y casi el 40% de su gas natural. Los hogares y las empresas necesitan el gas para las calefacciones y las cocinas, pero también para generar electricidad. La alta demanda en relación con la oferta limitada ha hecho que los precios suban de forma descontrolada. 

La UE logró durante el verano rellenar sus reservas de gas natural licuado (GNL), principalmente de Estados Unidos, con la esperanza de evitar el racionamiento este invierno. El almacenamiento actualmente se encuentra en niveles promedio, lo que significa cerca del 90%. En el caso de Alemania, la locomotora europea ha logrado llevar actualmente sus reservas al 97%, por encima del 89% en el que suele tenerlas otros años en estas mismas fechas:

Sigue en directo la cotización de Futuros del Gas Natural

¿Cómo afectan los altibajos del gas a los consumidores?

Lo que deben tener en cuenta los consumidores es que, si los precios vuelven a subir, volverá a activarse el mecanismo de la excepción ibérica para que se topen los precios de cara fijar también la tarifa eléctrica. Eso sí, ese límite afecta solo al gas que se emplea en la producción de electricidad, no en el precio del gas que pagan los consumidores. 

Por eso, hay que tener en cuenta también que el recibo del gas natural puede llegar a ser hasta tres veces más caro para los usuarios con tarifas del mercado libre frente a los que tienen contratadas la Tarifa de Último Recurso (TUR), regulada por el Gobierno, según un estudio de Facua-Consumidores en Acción.

En concreto, todas las ofertas analizadas por la asociación en el mercado libre siguen siendo mucho elevadas que la TUR, encareciendo el kilovatio hora (kWh) entre un 112% y un 245%.

De las ofertas analizadas por Facua, la de Repsol es la más cara, con una factura mensual de 198,65 euros para usuario con un consumo de 9.600 kWh al año, más del triple de los 62,95 euros a los que se reduciría su factura si tuviese la tarifa regulada correspondiente a los hogares con consumos de entre 5.000 y 15.000 kWh al año.

Asimismo, la asociación señaló que varias comercializadoras han aplicado "importantes subidas" en el precio de la energía este mes, justo cuando ha entrado en vigor la bajada del IVA del gas natural del 21 al 5%.

Así, indicó que Endesa ha encarecido el kWh en un 19% en las dos tarifas más habituales para los usuarios y TotalEnergies lo ha hecho un 12,9% en la tarifa para los consumos más bajos y un 13,6% en la que va de los 5.000 a los 15.000 kWh al año.

En el caso de Naturgy, las subidas se han limitado al 1,5 y el 3,6%, respectivamente, mientras que Repsol y CHC Energía no han repercutido aumentos.

Mientras, Iberdrola ha aplicado una drástica bajada, del 25,7% y el 24,9%, pese a lo que se posiciona este mes como la tercera comercializadora más cara. La asociación aconseja a los consumidores las tarifas TUR, para lo que hay que acudir a una de las cuatro comercializadoras de referencia o de último recurso, que pertenecen a los mismos grupos empresariales que las grandes compañías del mercado libre.