La economía española ha experimentado un crecimiento del 3,3% interanual en el tercer trimestre del año, superando ligeramente las expectativas pero mostrando un ligero descenso con respecto a las proyecciones iniciales. Este crecimiento representa una décima más que en el trimestre anterior, aunque se sitúa por debajo del 3,4% esperado por los analistas.
En términos trimestrales, la economía española creció un 0,8% en el tercer trimestre del año, lo mismo que en el trimestre anterior, impulsado principalmente por el gasto público, que aumentó a un ritmo trimestral del 2,5%. Esta tasa es dos puntos superior a la del trimestre anterior y la más alta registrada desde 1995.
El consumo de los hogares también contribuyó al crecimiento, con un aumento del 1,2% en este trimestre, una décima más que en el trimestre previo. Estos datos reflejan una tendencia positiva en el comportamiento del consumo interno.
Según los datos de Contabilidad Nacional publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la demanda nacional aportó 2,8 puntos al crecimiento interanual del PIB, mientras que la demanda externa contribuyó con medio punto. En cuanto al crecimiento trimestral del PIB, que fue del 0,8%, se fundamentó principalmente en la demanda interna, con una contribución de un punto, a pesar de la contribución negativa del sector exterior.
Perspectivas y valoración del Ministerio de Economía
El Ministerio de Economía ha destacado que, a falta de los datos del último trimestre, la economía española sigue mostrando un buen desempeño en 2024 y continúa liderando el crecimiento entre las principales economías de la Unión Europea. Esta tendencia positiva se refleja en los 17 trimestres consecutivos de incrementos trimestrales y 14 trimestres de avances interanuales.
En este contexto, el Ministerio de Economía ha señalado: "La economía española confirma su dinamismo en 2024 y continúa liderando el crecimiento entre las principales economías de la Unión Europea".
A pesar del crecimiento en el consumo de los hogares y el gasto público, la inversión experimentó un retroceso del 1,3% en el tercer trimestre, revirtiendo la tendencia alcista de los tres trimestres anteriores. Este descenso se debió principalmente a la caída de la inversión en vivienda en un 1,8% respecto al trimestre previo.