El nivel de desempleo en Estados Unidos ha descendido en septiembre hasta el 7,2%. Se trata de la cifra de paro más baja desde noviembre de 2008.
El número de nóminas aumentó en 148.000 el mes pasado, según informó el Departamento de Trabajo, desde las 193.000 de agosto. La tasa de desempleo llegó al 7,2%, una décima menos frente al mes anterior. Este informe se ha retrasado 16 días por el proceso de shutdown que ha vivido la administración estadounidense. (Ver
¿De qué han servido el shutdown y "casi default?)
Aún con todo, este aumento en el número de nóminas estuvo por debajo de las estimaciones que había realizado el consenso de analistas que lo situaban en 178.000. Sin embargo, estos resultados de desempleo hacen que se haya llegado a la tasa más baja desde el mes de noviembre de 2008.
Los datos siguen mostrando una tendencia que dura ya varios meses, la caída de la población activa. En septiembre se mantuvo en
el 63,2%, lo que supone la cifra más baja desde agosto de 1978. Justo por esta razón, el propio Bernanke dijo hace unas semanas que el dato de paro se había distorsionado.
La industria del ocio creó la mayor cantidad de empleos desde diciembre de 2009. Se mostró también un pequeño repunte en las nóminas del sector de la información, que se redujo en agosto, mientras que
las del sector de la construcción aumentaron en 20.000, lo que podría aliviar al negocio inmobiliario. El sector manufacturero añadió sólo 2.000 puestos de trabajo, mientras que el empleo minorista aumentó en 20.800 personas. (Ver
comunicado)
Estos números vuelven a reabrir el debate sobre el tapering en la Reserva Federal. Para muchos expertos unos datos positivos en cuanto al nivel de desempleo podía suponer la aceleración de la retirada de estímulos a la economía.
Los funcionarios de la Fed se reunirán la próxima semana para discutir la política monetaria. Concretamente, entre el 29 y el 30 octubre.