El precio del Oro subió con fuerza el lunes y el martes hasta catapultarse por encima de los 1.900 dólares la onza por primera vez desde principios de febrero, en un momento en que la quiebra del SVB Financial desató el miedo de los inversores a una nueva crisis financiera.
“El aspecto técnico del metal precioso no se ha visto afectado, después de rebotar más de un 18% desde los mínimos de los meses de septiembre y octubre, cuando el mercado hizo un triple suelo en el metal, situación aprovechada por los inversores para acumular compras e impulsar al activo hacia máximos de un año”, apunta Diego Morín, analista de IG.
No obstante, “pese a tropezarse con la resistencia de los 1.950 dólares, soy optimista en la evolución del oro en los próximos meses, teniendo capacidad para romper los máximos históricos si los bancos centrales levantan el pie del acelerador dada la situación ocurrida por Silicon Valley Bank (SVB)”.
Morín avisa de que “todo puede pasar en los mercados, especialmente con una inflación que amenaza con mayores ascensos si la Reserva Federal (Fed) o el BCE deciden bajar el ritmo de subidas, por lo que siempre una alternativa de oro y plata en nuestras carteras es positiva, por lo que estimo el precio objetivo en el corto plazo para el oro alrededor de los 2.300 – 2.500 dólares”.
El metal amarillo, no obstante, parece haberse frenado en los niveles de 1.900 dólares, “El oro se está tomando un respiro tras su reciente subida, espoleada por los temores de contagio", explica Han Tan, analista jefe de mercado de Exinity. No obstante, “mientras persistan los riesgos de contagio derivados de la actual saga del SVB, que podrían aumentar los riesgos de recesión, los activos refugio seguirán bien cotizados durante un tiempo”.
El oro, considerado una cobertura frente a las incertidumbres económicas, también se convierte en una apuesta más atractiva en un entorno de tipos de interés bajos, al disminuir el coste de oportunidad de mantener el activo sin rendimiento. Los operadores prevén ahora un 25,4% de posibilidades de que la Reserva Federal mantenga los tipos en el rango actual, cuando hace apenas una semana el debate era si la subida sería de 25 o de 50 puntos básicos.
De hecho, Goldman Sachs ya no ve motivos para que la Reserva Federal lleve a cabo una subida de tipos en su reunión de la próxima semana. “A la luz de la tensión en el sistema bancario, ya no esperamos que el FOMC suba los tipos en su próxima reunión del 22 de marzo”, dijo el economista de Goldman Jan Hatzius en una nota el domingo.
Anteriormente, la firma esperaba que la Reserva Federal subiera los tipos 25 puntos básicos. El mes pasado, el Comité Federal de Mercado Abierto FOMC) elevó el tipo de interés de los fondos federales en un cuarto de punto porcentual, hasta un rango objetivo de entre el 4,5% y el 4,75%, el más alto desde octubre de 2007.
Goldman Sachs aún espera que se produzcan subidas de 25 puntos básicos en mayo, junio y julio, reiterando su expectativa de tipos terminales del 5,25% al 5,5%.