Seguimos inmersos en unos mercados con enorme volatilidad principalmente en las bolsas europeas donde la incertidumbre y parálisis del Banco Central Europeo aparece cada semana que esperamos el discurso de Draghi y si este lo añadimos la crisis de Ucrania que afecta al núcleo duro de la zona euro por su dependencia del gas nos introduce un nuevo factor de riesgo que además tiene toda la pinta de ir para largo.
En este ambiente de
volatilidad seguimos viendo un buen comportamiento del sector tecnológico americano que es ajeno en un principio a este tipo de crisis política pero nos llama la atención desde comienzos del año el excelente comportamiento del oro sin una clara explicación por los fundamentales que mueven su precio (expectativas de inflación, incremento de la demanda o riesgo sistémico) y ahora que empiezan a aparecer algunos de ellos por la crisis de Ucrania, nos planteamos si es momento de incrementar posiciones en el metal amarillo y creemos que sí puede ser una alternativa de inversión.
Los datos observados en la economía americana ya empiezan a mostrar algo más de inflación principalmente los ligados al mercado laboral, con lo que ya damos por descontado la continuidad del taper o retirada de estímulos por parte de la Fed e incluso se podría adelantar algo la subida de tipos de interés. Por otro lado,
la capacidad de actuación en política monetaria del BCE tiene un amplio margen e iría encaminado a una depreciación del euro que si bien es cierto que podría producir a una caída de los commodities con el nivel actual del €/$ cercano a los 1,40
nos parece interesante la compra del oro y en último lugar la crisis de Ucrania no ha hecho más que empezar y tendremos volatilidad durante bastante tiempo por lo que tenemos bastantes factores positivos para su inversión.
Como factores de riesgo a esta estrategia, una ralentización del crecimiento económico, como estamos viendo en China junto a una parada de la retirada de estímulos por parte de la Fed actuarían en nuestra contra.