El metal precioso no levanta cabeza. Por primera vez en los últimos 13 años su precio, si nada extraño lo impide, va a acabar por debajo del que cotizaba hace un año.
No consigue repuntar, sino más bien todo lo contrario. Los últimos datos macroeconómicos, además, han hecho que siga cediendo poco a poco a lo largo del año y cada vez vaya dejando de tener su carácter de refugio.
Sobre todo, después de que el par EURUSD se haya consolidado entre el 1,36 y 1,37 dólares. (VÍDEO: El oro está haciendo doble suelo en 1.200 dólares)
Además, el oro sigue marcado por la venta en tanto en cuanto se está acercando la retirada de estímulos a la economía de Estados Unidos. Los inversores se empiezan a preparar para los próximos meses y el metal precioso sigue tendiendo a la baja. Para muchos analistas, incluso,
podría corregir su precio y terminar el ejercicio por debajo de los 1.200 dólares. De hecho, a día de hoy se encuentra rondando los 1.230 dólares la onza. Por otro lado, el gran valedor inversor en materias primas, entre las que se encuentra el metal dorado,
Jim Rogers, sigue considerando que el oro simplemente está atravesando un momento correctivo, pero que la tendencia a largo plazo es alcista. Considera que incluso podría llegar a los 800 dólares, pero que su precio va a volver a repuntar.
En este sentido, los
Indicadores Premium de Estrategias de Inversión señalan que el oro se encuentra en fase bajista, mientras que recibe una
puntuación de 0,5 puntos en una escala que oscila del 0 al 10. Lo que muestra este análisis técnico es que el metal dorado mantiene una tendencia bajista a largo plazo, al igual que a medio plazo. El volumen es decreciente y la volatilidad a largo plazo es creciente. El único aspecto positivo que muestran estos indicadores es la volatilidad a medio plazo, que es decreciente.