El metal precioso sigue cayendo fuertemente desde que la Reserva Federal descartase la retirada de estímulos a la economía a corto plazo. La subida del dólar ha agravado sus pérdidas.
El curso que está siguiendo el oro en los últimos tiempos está marcado por su depreciación. En el pasado mes de septiembre la FED anunció que continuaría con su programa de compras para estimular la economía estadounidense y los inversores empezaron a dejar acudir al refugio del oro.
Sin embargo, esta línea se ha hecho todavía más gruesa una vez el dólar ha recuperado terreno con respecto al euro. Mientras
hace tan sólo unos pocos días llegó a ronda el nivel de 1,40 dólares el cambio, en los últimos tiempos la tendencia a cambiado. Sobre todo tras el anuncio del BCE de rebajar los tipos de interés al 0,25%- muy cerca del nivel que los que establece la Reserva Federal en Estados Unidos-, el nivel del EURUSD se encuentra en torno al 1,33. Este hecho ha provocado que los movimientos en torno al metal precioso hayan estado marcados por la venta. Para muchos analistas,
empieza a dejar de ser refugio y podría corregirse su precio de aquí a final de año por debajo de los 1.200 dólares la onza. De hecho, en la apertura del mercado americano se ha mantenido en el nivel de los 1.280 dólares. En este sentido, los
Indicadores Premium de Estrategias de Inversión señalan que el oro se encuentra en fase bajista, mientras que
recibe una puntuación de 2 puntos en una escala que oscila del 0 al 10.
Lo que muestra este análisis técnico es que el metal dorado mantiene una tendencia bajista a largo plazo, mientras que a medio plazo sigue siendo levemente alcista. El volumen es decreciente y la volatilidad es decreciente a medio y largo plazo.