Los precios del Oro al contado han alcanzado un nuevo récord de 2.135 dólares la onza en la sesión de este lunes, antes de retroceder hasta los 2.084,59 dólares. Se trata del segundo día de máximos, después de que el viernes tocase 2.075,09 dólares para superar un precioso récord intradiario de 2.072,5 dólares el 7 de agosto de 2020, según datos de LSEG.

Detrás de la subida del metal amarillo en las últimas semanas están las crecientes expectativas de flexibilización de la política monetaria en EEUU. “Los últimos comentarios del presidente de la Reserva Federal, Jay Powell, sugieren que la política monetaria en Estados Unidos está “en territorio restrictivo”, lo que deja al mercado especulando que la Reserva Federal podría comenzar a recortar las tasas de interés a principios del próximo año”, explican los analistas de materias primas de ING Research Ewa Manthey y Warren Patterson. Mientras tanto, “la depreciación del dólar estadounidense y la debilidad prolongada de los rendimientos de los bonos del Tesoro continúan respaldando el sentimiento de compra de oro”. 

A ello se suma además que el conflicto palestino-israelí ha impulsado la demanda del activo de refugio seguro. El oro tiende a tener un buen desempeño durante períodos de incertidumbre económica y geopolítica debido a su condición de depósito confiable de valor.

En cuanto a las posiciones especulativas, los expertos del banco holandés destacan que los últimos datos de la CFTC muestran que los administradores de dinero aumentaron sus posiciones largas netas en oro COMEX en 29.516 lotes por segunda semana consecutiva, dejándolos con una posición larga neta de 144.410 lotes hasta el martes pasado, el nivel más alto desde 9 de mayo. 

“Es probable que el interés de compra especulativa de oro continúe en el corto plazo, dadas las actuales tensiones geopolíticas y las expectativas de tasas de interés más bajas en Estados Unidos”, concluyen los analistas de ING.