Que el Oro está resurgiendo en los mercados internacionales es más que una realidad, una evidencia clara del momento que viven no solo los mercados financieros sino el mundo en general. Ante el cambio de sesgo a niveles más duros, más hawkish de la Reserva Federal de Estados Unidos que están secundando todos los bancos centrales, se une la tensión geopolítica que vive, ahora mismo su máxima expresión.
De este modo los inversores, dependiendo de su perfil pueden optar por dos cosas: volver a la liquidez a la espera de mejores tiempos para llegar al mercado o bien buscar refugio a sus inversiones, en incluso rentabilidad en estos tiempos cambiantes.
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En el caso de permanencia en el mercado y de cobertura sobre una inflación desatada, que también registra máximos, no solo en Estados Unidos, sino también en la Unión Europea, parece que el oro resurge como la gran esperanza para los inversores más conservadores y cautos.
La evidencia es clara: el oro se posiciona ya en verde en todos sus recorridos de los últimos tiempos, aunque lo cierto es que reverdece a cuenta de las tensiones geopolíticas, pero baja cuando estas muestran algún signo de mejora. Las declaraciones cruzadas entre los dirigentes de Estados Unidos, con Joe Biden a la cabeza indicando una inminente guerra en Ucrania con la invasión de Rusia a las repúblicas prorrusas de Ucrania y el aumento de tensiones con las sanciones impuestas de la Unión Europea y Estados Unidos, lo que ha hecho resurgir al oro.
De esta forma según vemos en su gráfica de cotización, el oro vuelve a rozar máximos interanuales, con movimiento intradía ayer mismo de ida y vuelta por encima de los 1900 dólares, en su mejor desempeño desde junio de 2021, mientras su competidor en este campo, bitcóin como representante de las criptomonedas ha seguido los pasos de los activos de riesgo a la baja en lo peor de la crisis.
El oro, que en la jornada de ayer se colocó a un máximo anual de 1.1918 dólares, es presa de la volatilidad como el resto del mercado, pero lo cierto es que, al cierre apenas ha movido posiciones desde el pasado viernes. Así avanza un 1,34% en las últimas cinco sesiones, con alzas del 3% en el último mes y que superan el 5,20% en los tres meses precedentes. En lo que va de año las ganancias del oro en el mercado son del 3,70%.
En cuanto al oro todo depende ahora de dos factores. Uno más o menos inmediato: ver si la diplomacia logra aplacar la posibilidad de una guerra en Ucrania que vaya más allá de la llegada a los territorios prorrusos de Rusia y no derive en un conflicto más abierto con Ucrania. De ser así, el oro perdería recorrido, pero no es el único factor en ciernes.
La volatilidad creciente a cuenta de la inflación y su derivada subida de tipos por parte de los bancos centrales también tendrá mucho que decir en su cotización. De momento los inversores con más aversión al riesgo vuelven, con esos máximos de ocho meses, a refugiarse en el oro a la espera de mejores tiempos. Y su gran derivada es que se refrenda con un valor que supera los 12 billones de dólares como el activo de más capitalización en el mercado
Esta semana estaremos atentos a como se desarrolla el contexto internacional y las tensiones geopolíticas, pero también a los indicadores adelantados y las declaraciones de los principales dirigentes de las FEDs regionales en Estados Unidos, para saber qué movimientos de halcones se pueden producir: ya saben que ahora el gran quid de la cuestión respecto a las subidas previstas en Estados Unidos en marzo no es cuántas veces se elevarán los tipos en 2022. Es conocer si la cuantía de esos incrementos alcanza los 50 puntos básicos en lugar de los inicialmente previstos 25 pb en una senda tranquila de avance de los tipos de interés americanos.