El oro inicia la sesión con caídas, de nuevo por debajo del nivel de 1.200 dólares la onza, lo que va a provocar que el metal precioso ponga fin este año a un ciclo alcista que ha durado 12 años.


En 2013 el oro va a caer alrededor de un 30% y se va a colocar muy lejos de los máximos históricos alcanzados en septiembre de 2011 cuando tocó los 1.920 dólares por onza.



Los expertos atribuyen esta caída al cambio de perspectivas tanto a nivel económico como de tipos de interés. La posible mejora del escenario hace que en los inversores haya vuelto a nacer el apetito por el riesgo. Esto ha provocado una reacción inversamente proporcional entre los índices de renta variable y el precio del metal precioso, tal y como puede observarse en el siguiente gráfico que muestra la evolución del oro y el S&P 500 desde principios de enero.

Los analistas, además, apuntan que en un escenario de posibles subidas de tipos de interés en los próximos años ya no resulta tan atractivo invertir en activos que no generan ningún tipo de retorno.

Según la agencia Reuters esto se observa, incluso, en el número de partícipes en ETF’s de oro. Señalan que en diciembre los partícipes del SPDR Gold Trust, el mayor ETF de este metal precioso tocaron mínimos desde 2009.

No es el único metal que cae este año. La plata, por ejemplo, se dejará en 2013 alrededor de un 35%, lo que supone el peor ejercicio para los inversores en este commodity desde 1982.

Muchos inversores, como el famoso Jim Rogers, lo han ido avisando durante mucho tiempo. De hecho, el propio Rogers ha asegurado en numerosas ocasiones que el precio del oro seguirá cayendo hasta tocar, al menos los 1.000-900 dólares. Sin embargo, el inversor asegura que el oro a largo plazo sigue siendo una buena inversión.

Para 2014 los Indicadores Premium de Estrategias de Inversión no dan mejores perspectivas para 2014 ya que lo sitúan en la perfecta tendencia bajista y le dan 0 puntos en una escala que lleva hasta el 10.