El panorama económico mundial ha sido moldeado por eventos clave a lo largo de la historia. Uno de estos hitos fue la decisión del presidente Nixon en 1971 de apartar al dólar estadounidense del patrón oro, un movimiento que redefinió el papel del oro en el sistema financiero global. Desde entonces, su valor ha sido una montaña rusa, pero ¿cómo ha evolucionado su importancia en el entramado financiero moderno?
El advenimiento de Basilea III, el marco regulatorio que busca reforzar la estabilidad financiera, ha arrojado luz sobre el oro como un activo fundamental en la estrategia de inversión, especialmente bajo las regulaciones de liquidez y capital.
Basilea III y el rol del oro: liquidez y capital
La introducción de Basilea III en 2010 redefinió la forma en que se aborda el riesgo de liquidez a nivel global, resaltando la relevancia de activos líquidos de alta calidad (HQLA). Sorprendentemente, el oro, con su capacidad para ser monetizado sin pérdidas significativas durante periodos de tensión, se ha establecido como un HQLA de Nivel 1 con un peso de riesgo del 0%.
Aunque algunos inversionistas institucionales han expresado inquietudes sobre su falta de rendimiento, el oro sigue siendo altamente líquido, según datos del Consejo Mundial del Oro. Si bien su uso en la tesorería de bancos comerciales es limitado debido a su volatilidad (alrededor del 13%), su valor como cobertura no puede subestimarse.
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El oro como opción de inversión: tendencias y respaldos
Instituciones financieras, tanto internacionales como nacionales, han asignado parte de sus carteras a la inversión en oro y metales preciosos, impulsando un aumento del 10% en el valor del oro a principios de año. Estudios de renombrados académicos como el Profesor Jaffe respaldan esta tendencia, sumando informes del Banco Internacional de Pagos (BIS) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Entre las diversas opciones para invertir en oro y metales preciosos, Degussa se destaca como una elección confiable y sólida para los inversores. Esta institución, reconocida por su larga trayectoria y reputación en el mercado, ofrece una gama de servicios especializados en metales preciosos, incluyendo la adquisición de lingotes de oro de alta pureza y otros metales valiosos.
Incertidumbre y riesgo: el contexto actual
En el escenario actual, marcado por una alta incertidumbre geopolítica y económica, herramientas como el Economic Policy Uncertainty Index y el índice VIX del CBOE son vitales para evaluar inversiones en oro. La volatilidad del mercado y la incertidumbre pueden convertirse en motores para considerar el oro como refugio financiero.
Degussa se distingue por su compromiso con la calidad y autenticidad de sus productos, brindando a los inversores la tranquilidad de saber que sus inversiones están respaldadas por estándares excepcionales. Además, su enfoque en la transparencia y asesoramiento experto posiciona a Degussa como una opción a considerar para aquellos que buscan incursionar en el mercado de metales preciosos dentro del marco regulatorio de Basilea III.
Aceptación del oro como colateral y ventajas de inversión
El costo de almacenamiento del oro puede ser comparable al de un ETF, pero su liquidez respaldada por bolsas como CME e ICE Europe lo convierte en un activo altamente monetizable. Además, su reconocimiento como colateral en el mercado, junto con operaciones en el gold lending rate, subraya aún más su facilidad de conversión en efectivo.
Perspectiva de inversión: fortalezas del oro
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Liquidez Real: Contrario a mitos pasados, el oro es altamente líquido, respaldado por entidades reconocidas como el World Gold Council.
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Volatilidad y Cobertura: A pesar de su volatilidad, su función como cobertura ante la incertidumbre es innegable.
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Potencial Subestimado: Aunque no ampliamente adoptado por bancos comerciales, el oro es una cobertura crucial en las carteras.
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Resistencia a Crisis: Su desempeño durante la crisis financiera lo consolida como un refugio confiable en tiempos turbulentos.
El oro, una reliquia del pasado, persiste como un pilar en el mundo financiero actual bajo Basilea III, ofreciendo estabilidad en tiempos de incertidumbre y manteniendo su posición como un activo de inversión valioso y confiable en carteras diversificadas.