Por ese motivo el 2019 será un año duro para ellos.
El presidente de los Estados Unidos dijo recientemente que no estaba "ni tan siquiera un poco satisfecho" con la elección de Powell como presidente del FED. Y la semana que viene Powell muy probablemente volverá a subir el tipo de interés de los fondos federales, si bien tendrá mucho cuidado de hacerlo en el 2019 para intentar prolongar la expansión económica global.
También han sido criticados el presidente del Banco Central Europeo y del Banco de Inglaterra.
Tras los programas de expansión cuantitativa, el endeudamiento de las empresas y del sector público se disparó. El aumento de los tipos de interés, al elevar la carga financiera, reduce los beneficios de las empresas y lógicamente presiona a la baja el precio de las acciones. En el sector público, el aumento de los tipos de interés provoca también un aumento del déficit fiscal.
Es preciso reconocer que los bancos centrales no han tenido éxito a la hora situar el crecimiento económico global en una senda de crecimiento sostenido. El crecimiento global se está desacelerando a pesar de los esfuerzos monetarios de los bancos centrales y el programa de estímulo fiscal de Trump. La desaceleración está presionando también a la baja a las bolsas y aplanando las curvas de tipos.
Estas dudas son las que están afectando a las bolsas y es la razón por la que el S&P 500 ha abandonado su fuerte tendencia alcista e iniciado un gran movimiento lateral.
La semana pasada el S&P 500 perforó los mínimos de octubre.
Aunque los niveles de pesimismo se han incrementado significativamente y se encuentra cerca de presentar una lectura extrema, vamos a considerar como escenario más probable que el S&P 500 siga cayendo a corto plazo y que se dirija a la siguiente zona de soporte, la comprendida entre 2.400 y 2.450.
Por lo que hace referencia al Nasdaq 100, vamos a considerar como escenario más probable que se dirija al 6.000. En este sentido es preciso tener en cuenta que Apple continúa dentro de una tendencia bajista.
El DAX Xetra rebotó el viernes en la zona 10.733 y subió hasta el 10.900. Vamos a considerar como escenario más probable que la tendencia bajista continúe. Nos vamos a fijar en el 10.830, la perforación de este nivel nos avisaría del desarrollo de un nueva onda a la baja.
El IBEX rebotó la semana pasada en la zona del 8.630 y se dirigió hasta el 8.977, pero nada más llegar esta zona se giró a la baja.
Lo más probable es que vuelva a desplegar una nueva onda a la baja, la tendencia de los bancos a nivel global es claramente bajista y es el grupo que más pondera en el IBEX.
Nos fijaremos esta semana en la zona de los 8.785, su perforación abriría el camino a la zona de mínimos.