El temor a lo que el argot financiero se conoce como Bear Market (mercado bajista) está más presente que nunca. Esta negatividad y pesimismo llevó a los inversores a retirar en el mes de marzo más de 5.100 millones de euros de los fondos de inversión, según datos de Inverco.
Por categorías, la sacudida ha sido mayor en los fondos de perfil más conservador: la renta fija y la renta fija mixta han sufrido salidas netas por importe de casi 2.500 millones de euros y los fondos globales de casi 1.900 millones. Mientras tanto, los reembolsos en la renta variable, donde los inversores están acostumbrados a una mayor volatilidad, han sido menores.
La gran pregunta es: ¿dónde ha ido a parar tanto dinero? Pues como suele ocurrir cada vez que se avecina una recesión económica, el dinero ha volado desde la bolsa hacia productos de ahorro e inversión conservadores y seguros, por ejemplo, los depósitos bancarios.
La Covid-19 conduce a un inmenso crecimiento del mercado de depósitos
La volatilidad que el coronavirus ha provocado en los mercados financieros ha disparado la demanda de depósitos bancarios. Ante el temor a nuevas caídas, los ahorradores, preocupados por poder disponer de dinero con el que pagar sus facturas, han buscado un refugio en el que cobijarse. Este comportamiento no sólo se ha dado en España, sino en la mayoría de países del mundo.
La Reserva Federal de Estados Unidos corrobora este hecho. Según datos de este organismo, también al otro lado del Atlántico los depósitos bancarios han sufrido un aumento inusual de su demanda. En concreto, desde principios de año han crecido más del 10%, pasando de 13,5 billones de dólares a casi 15 billones de dólares en la tercera semana de abril.
En este contexto de máxima incertidumbre, donde la liquidez cobra más importancia que la rentabilidad, la plataforma de productos de ahorro Raisin lanzó recientemente el software “Savings as a Service” (“El ahorro como servicio”, en español) dirigido a los bancos y cooperativas de crédito de Estados Unidos.
Desde la fintech alemana afirman que el objetivo de este software es “permitir a las instituciones financieras norteamericanas ofertar a sus clientes una experiencia de banca privada única, ofreciéndoles de forma rápida y fácil productos de depósito personalizados con tipos de interés muy competitivos y con un gran ahorro en costes.”
Solo el tiempo dirá si el comportamiento de los ahorradores, huyendo en masa de la bolsa y respaldándose en los depósitos, es temporal o no. El temor ahora es que un segundo brote del Covid-19 vuelva a poner patas arriba las principales economías del planeta y a hundir los mercados.