En el Ibex 35, la banca, que tanto ha influido en que el índice español acumule una caída del 8,7% en 2016, se convirtió en el mejor aliado del índice: Banco Popular, situado en un lugar destacado en las quinielas de las fusiones, se disparó un 4,75%; Santander sumó un 2,3%; Bankinter, un 2,2%; Bankia, un 1,9%; CaixaBank, un 1,5%; BBVA, un 1%; y Banco Sabadell, otro 1%. En el Euro Stoxx 50, los bancos acapararon las subidas: los italianos Intesa Sanpaolo y Unicredit repuntaron un 4,2% y un 3,5%, respectivamente; el holandés subió un 1,7%; y los franceses Société Générale y BNP Paribas avanzaron un 1,4% y un 0,6%, respectivamente.
LA NEGACIÓN DE CRYAN
En el Ibex 35, la banca, que tanto ha influido en que el índice español acumule una caída del 8,7% en 2016, se convirtió en el mejor aliado del índice
Ni siquiera se detuvo cuando el consejero delegado y presidente de Deutsche Bank, John Cryan, negó dicha posibilidad. "No", espetó en una conferencia bancaria celebrada en Fráncfort cuando fue preguntado por la posibilidad de fusionarse. "Parte de nuestro trabajo es hacer nuestro banco un poco más pequeño y un poco más simple", añadió. Reconoció que, a su juicio, el sector bancario alemán, como el italiano, encaran un proceso de consolidación para ser más competitivo, pero se mostró ajeno a ese proceso.
"No creo que Deutsche Bank y Comerzbank se fusionen. Es una operación demasiado grande", recela Chris Wheeler, analista de Atlantic Equities, en declaraciones recogidas por Bloomberg. Son los dos mayores bancos de Alemania, con lo que las autoridades de competencia tendrían la última palabra. Actualmente, el valor bursátil del Deutsche es de 18.220 millones de euros y el de Commerzbank, de 7.900 millones.
EN EL PUNTO DE MIRA
Tanto el origen de las especulaciones como la reacción de los mercados respondió a las dudas que envuelven a la banca alemana y a DB en particular. Pese a la subida del miércoles, sus títulos acumulan un retroceso del 41% en 2016. Aunque, fundamentalmente, las sospechas del mercado se reflejan en los seguros de crédito (CDS) del banco. Se disparan un 121% en lo que va de año, hasta los 212 puntos, con lo que firman el peor comportamiento de todo el sector europeo.
Esta incertidumbre se prolonga desde enero, cuando anunció que en 2015 había perdido 6.800 millones de euros, los mayores números rojos de su historia. El riesgo de que vuelva a perder dinero en 2016 y las dudas sobre su solvencia han seguido pesando sobre el banco. De hecho, los analistas siguen siendo pesimistas. El precio objetivo que le concede el consenso de mercado recogido por Bloomberg se limita a 13,05 euros, por debajo de los 13,21 euros a los que cerró este miércoles. Y un 35% de los analistas aconseja vender sus acciones, mientras que sólo un 11% recomienda comprarlos.
LA RENTABILIDAD OBLIGA
"El caso de Deutsche Bank tiene sus propias circunstancias. Pero el mercado lo dijo claro: el sector tiene un problema de rentabilidad, y las fusiones pueden ser parte de la solución", asegura un experto del sector financiero que prefiere no ser citado.
Los tipos de interés al 0% e incluso por debajo, la presión regulatoria y la llegada de nuevos competidores digitales están afectando al negocio de las entidades, que están recurriendo a los ajustes para mantener sus resultados por el lado de los costes. Sin embargo, y ante la posibilidad real de que los tipos puedan seguir en el 0% o muy cerca de este nivel incluso hasta 2020, el sector puede necesitar acelerar los ritmos. Y este escenario es el que sirve el terreno abonado para las fusiones.
En España, el propio Banco de España las alentó durante 2015, para luego bajar el tono en los últimos meses. Desde el sector, sin embargo, se da por hecho que terminarán llegando, y que simplemente el calendario se ha retrasado, una variación que achacan en parte a la ausencia de Gobierno.