Pero cuando el mercado habla, no deberíamos dudar. La acción de PRISA se ha revalorizado un 30% en el último mes, justo desde que la empresa comunicó a la CNMV, y con gran enfado del gobierno, que dejaba a un lado el proyecto de hacer una televisión en abierto, por no considerarlo un proyecto de futuro e inviable.
Según se ha ido publicando, el actual presidente de Prisa, el armenio Joseph Oughourlian se ha cansado de perder dinero en Prisa y ha decidido que ya vale de plegarse a los deseos del gobierno de lanzar una televisión en abierto, teledirigida directamente desde el actual gobierno para concederla a la empresa editora de El País y la cadena SER.
Ha decidido optar por hacer una refinanciación de la deuda y profesionalizar el equipo directivo para buscar la rentabilidad de la compañía... Y el mercado le ha comprado ese mensaje.
Las cosas del poder
Parece mentira que algunos accionistas de la mayor editora de España, prefieren hundir la compañía para apoyar al gobierno, porque no se entiende que estos accionistas, los relacionados con el gobierno (bajo la sociedad Global Alconaba), quieran vender Santillana para quitar la deuda de 750 millones de euros que tiene Prisa, porque el problema es que Santillana es quien da el 70% del beneficio del grupo, y quedarse exclusivamente con la perte de medios de comunicación dejaría una empresa con un perímetro de actuación mucho más pequeño.
Pero controlar a la mayor empresa de comunicación de El País, es muy tentador para cualquier gobierno, por eso prefieren vender el mayor activo y quedarse con la gestión de algo mucho más pequeño pero de mucha influencia.
Pero no sé si recuerdan lo que decía mi abuelo sobre lo de vender la vaca, al final te deja sin leche.
Sigue en directo la cotización de PRISA
Casualmente este tirón en bolsa de Prisa, ha hecho que actualmente los indicadores Premium de fuerza y tendencia han hecho que el valor pase de estar débil, a estar muy fuerte en bolsa. Ya saben, el mercado ha hablado.
Mientras Prisa va lanzada en bolsa, parece que el gobierno ha hablado con su mayor accionista, que es la francesa Vivendi, de corte conservador, para que vote a favor de los intereses del gobierno, y amenaza con quitarle el gran contrato de gestión de la publicidad de Telefónica (que gestiona la agencia de medios Havas, propiedad de Vivendi y que tiene un acuerdo de 80 millones de euros al año). Estas son las cosas del poder.
Ahora según se publica en varios medios, la compañía va a refinanciar su deuda (los tipos siguen bajando, por lo que parece que tendrán una rebaja de costes) y se habla incluso de cancelación de deuda por acciones, un movimiento que por una parte permite no tener que pagar deudas y, por otra, un efecto dilución de los actuales accionistas (incluidos los que apoyan la realización de la nueva televisión que quiere lanzar el gobierno). Este es el gran movimiento que el mercado está comprando, cuánto, como y cuando se va a quitar la deuda de Prisa.
Movimiento inteligente por parte del presidente de Prisa, que desde luego ha preferido ir a la guerra accionarial
El presidente de Prisa, es su máximo accionista con un 29% del capital, y puso en su día 300 millones de euros, esa participación vale actualmente 100, es decir tiene una minusvalía de 200 millones. Lo que parece que busca claramente el Presidente de Prisa es recuperar esa inversión.
La empresa actualmente vale algo más de 490 millones con el arreón de este mes en bolsa y cómo mínimo quiere recuperar su dinero, es decir no va a vender su participación en la compañía hasta que la compañía valga por encima de los 1.000 millones de euros.
¿Habrá guerra editorial contra el gobierno?
Esa es la gran pregunta, pero no creo que un grupo de corte progresista vaya a entrar en la guerra frontal contra el presidente del gobierno Pedro Sánchez y volverse de derechas. Sería hacerse el harakiri si hacen eso.
Pero hay un matiz que puede ser interesante. Uno puede ser progresista, pero no Sanchista. Ese es el matiz que puede explotar la empresa de medios si el gobierno sigue buscando el enfrentamiento directo. Y ser un medio mucho menos amable con muchas medidas tomadas por el ejecutivo.