El índice de precios de consumo (IPC) de Estados Unidos registró un aumento interanual del 2,5% en el mes de agosto, lo que representa una desaceleración de cuatro décimas en comparación con el dato anterior y la cifra más baja desde febrero de 2021, según datos proporcionados por la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo.

El índice subyacente, que excluye los precios de los alimentos y la energía debido a su mayor volatilidad, cerró el mes de agosto con un incremento del 3,2%, manteniéndose sin cambios y marcando su nivel más bajo desde abril de 2021.

En cuanto a los alimentos, experimentaron un aumento del 2,1% interanual, mientras que la energía mostró una disminución del 4% en agosto en comparación con el mismo mes del año anterior.

A nivel mensual, la tasa general del índice subió un 0,2%, igualando la cifra de julio, mientras que la subyacente aumentó en una décima, alcanzando un incremento del 0,3%.

Los mercados financieros están pendientes de los datos de agosto, ya que podrían ofrecer indicios sobre la normalización de la política monetaria por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), aunque es importante tener en cuenta que la variable preferida por la Fed para monitorear el costo de vida es el índice de precios de gasto de consumo personal (PCE).

Tras el dato del IPC, las operaciones con futuros de fondos federales sugieren una probabilidad del 83% de un recorte de tasas de 25 puntos básicos y una probabilidad del 17% de una reducción de 50 puntos básicos, según la herramienta FedWatch de CME. Minutos antes, los porcentajes eran del 69% y el 31%, respectivamente.

En su reunión de finales de julio, el FOMC optó por mantener los tipos de interés en el rango objetivo de entre el 5,25% y el 5,5%, niveles que no se veían desde enero de 2001.