¿Cómo ha evolucionado la presencia de inversiones internacionales en la bolsa en los últimos años?
El inversor internacional mantiene alrededor de un 50% de la propiedad de las acciones cotizadas españolas. Ha habido pocos cambios en 2021 que es un punto menos que el año anterior, 1,4% menos que el récord histórico alcanzado hace dos años…dos caídas que esperamos que se recuperen en los próximos años porque a más largo plazo la tendencia es de aumento. En lo que va de siglo, los inversores extranjeros han aumentado en más de 14,5 puntos la presencia en la bolsa española e incluso, si tomamos como referencia el año 2007, los extranjeros han aumentado su participación en 12 puntos. Quince años que han estado marcados por sucesos de diversa índole y de gran envergadura como la crisis financiera, la crisis global de deuda, la pandemia generada por el covid y que ha dado paso a una crisis energética de ámbito mundial. Los inversores extranjeros son principalmente institucionales: gestoras de fondos de inversión y de pensiones; fondos soberanos, compañías de seguros, fondos de capital riesgo e incluso bancos de inversión o intermediarios que mantienen carteras de acciones e incluso las principales cotizadas españolas no sólo han internacionalizado su actividad en términos de facturación sino su capital y financiación, a través de acciones y bonos. Para eso ha tenido un papel muy relevante el cambio y mejora tecnológica de la bolsa española que han sido factores clave en la consolidación de la confianza de los inversores extranjeros. Además, me gustaría destacar la apuesta creciente por compañías cotizadas frente a no cotizadas. Según datos del Banco de España, los inversores extranjeros son propietarios de un 50% de las compañías cotizadas mientras que quedan algo por debajo del 25% en el caso de las compañías no cotizadas.
Esto significa que la cotización en bolsa es un factor poderoso para atraer la participación de inversores extranjeros. De ahí la importancia de favorecer la cotización en bolsa de compañías españolas que puedan beneficiarse de los flujos de inversión globales que, de otra forma, son difíciles de conseguir.
¿Qué impacto tiene en el atractivo de la bolsa el impuesto a las transacciones financieras?
Hay un hecho constatable y es que España necesita un flujo de capitales continuo, no tanto para refinanciar la elevada deuda que tiene el país, tanto pública como privada, como para promover la mejora de la productividad. Lo que hemos contado de los accionistas extranjeros debería ser un argumento de peso en contra del impuesto a las transacciones financieras, que se aplica a empresas cotizadas en bolsa española desde enero de 2021. Al no ser un impuesto consensuado con la UE, el mercado bursátil español y las principales cotizadas están siendo penalizadas como alternativa de inversión. Creo que es un error histórico este impuesto y más en el período que se avecina, de condiciones financieras algo más estrictas. Hay una falta de sensibilidad en el tratamiento fiscal de instrumentos de inversión que se está dejando notar no sólo en este impuesto sino en otros como la falta de incentivos fiscales a la inversión en acciones de pymes, tanto directa como a través d e vehículos de inversión colectiva, el tratamiento de Sicav o ETF e incluso el tratamiento de las socimis tampoco contribuye a incentivar este vehículo tan apreciado por el inversor internacional.
¿Cómo ha evolucionado la participación de las familias en las cotizadas?
Los datos de 2021 muestran que la participación de las familias se ha mantenido estable en el 17,1%, está lejos del máximo histórico del 33,6% alcanzado en 1999. Es una tendencia a la baja de muy largo recorrido que también sucede en Europa. En esto intervienen muchos factores, tanto domésticos como internacionales. Se produjo un aumento de la actividad minorista en 2020 durante los confinamientos pero no tuvo continuidad en 2021 y en parte esto es por toma de beneficios tras la fuerte recuperación de la bolsa. Analizando factores de más recorrido que se ven en estos números está el hecho de que las salidas a bolsa en lo últimos años se ha prescindido del tramo minorista que caracterizó estrenos bursátiles a finales de los 1990. También porque ha habido grandes sectores de la bolsa española que han perdido peso ,como el bancario, telecos…y que siempre habían concentrado un gran volumen de inversores individuales.
Además, hay que hacer referencia al creciente peso de los fondos de inversión en la carteras de los españoles. Hay un tratamiento fiscal muy ventajoso y una apuesta comercial muy intensa de entidades financieras y los inversores están tomando más participaciones en los fondos de inversión internacionales. Según datos de la CNMV, el volumen total comercializado de estos fondos ascendía a más de 275.000 millones de euros a finales de 2021, que es un 38% más que el año anterior que fue histórico. Incluso hacer referencia a otros factores que han podido influir como el creciente interés de los inversores por los criptoactivos. Según la federación internacional de bolsas, el interés creció un 2300% entre el último trimestre de 2019 y el segundo de 2021. Más de 4 millones de personas tienen inversiones en criptomonedas y casi el 71% superan los 1000 euros. Inversiones pequeñas que poco a poco calan en un público nuevo .
Finalmente reflejar cierta decepción pues la sucesivas reformas de los mercados de valores europeo con el objetivo de mejorar la protección de los inversores no han obtenido los resultados esperados, como incorporar más accionistas y aumentar las empresas cotizadas.
Todo en un entorno en que los activos financieros de los hogares españoles han crecido hasta 2,70 billones de euros que es un 48% más que hace una década y en esto sí ha contribuido a las cartera de acciones cotizadas que siguen manteniendo las familias españolas. Ahí sí se ven las medidas de protección de rentas y del ahorro y se ha frenado el aumento del endeudamiento. La riqueza de los hogares españoles se situó a cierre de 2021 2 millones de euros, nuevo dato histórico
¿Cuál es el peso del resto de inversores?
En el peso final de otros inversores en bolsa se consideran IIC, seguros y otras instituciones financieras no bancarias que a cierre de 2021 eran propietarios del 7% de la capitalización bursátil de las cotizadas. Un dato que sigue en niveles muy bajos comparativamente .
Los fondos de inversión y sicav apenas eran propietarios del 1.15% de la capitalización de los valores españoles. Un hecho destacado es el aumento de los fondos de pensiones en 2021 del 21%, hasta 15.500 millones de euros que apenas equivale el 2.1% del total.
Hay una clara falta de incentivos fiscales para que los instituciones nacionales apoyen el tejido empresarial cotizado español. Además la participación del sector de bancos y cajas de ahorro tienen repunte hasta el 3.5%, que es una cifra históricamente baja desde el año 1992.
Y, por último, nos quedan las administraciones públicas que tenían acciones cotizadas a través de distintas entidades, organismos y carteras del 2,7% del valor de mercado y ahí desde máximo del 1992 y con motivo delas privatizaciones descendió hasta niveles marginales. El último propietario son las empresas no financieras que controlan el 20% de las cotizadas españolas.