Pero no sólo los índices del otro lado del Atlántico. La sesión ha transcurrido pendiente de Grecia, que sigue sin formar gobierno y genera incertidumbre en torno a su posible salida o no de la Eurozona. Esto y, una subasta de deuda que quedó ligeramente por debajo de lo previsto con un tipo de interés mayor, elevaron la prima de riesgo a niveles de máximos históricos. Concretamente, hacia los 490 puntos básicos. El resto de índices, el MIB-30 cedió un 1.7%, el Eurostoxx cedió un 2.2% mientras que el DAX perdió un 1.9% al cierre de la sesión.
Y en medio de todo, el sector financiero. Guía del mercado por excelencia, los bancos se han colocado en lo más bajo de la lista. Bankia perdió un 8.9% y marcó en los 1.89 euros su último precio. Lo hizo el día en que el FROB anunció la conversión de preferentes de bonos convertibles por acciones de BFA, matriz de la entidad. Banco Popular despidió la sesión con caídas de más del 4.3% que le llevaron a los 2.04 euros. Caixabank perdió un 3.8% - hasta los 2.35 euros- mientras que BBVA recortó en más del 3.7% su precio, que se movió en los 5.05 euros. Su homóloga cántabra descontó un 3.04% y marcó en los 4.72 euros su último precio.
Tan sólo dos valores consiguieron terminar la sesión en positivo. Mediaset subió un 1.5% y cerró en los 3.61 euros. Grifols sumó un 0.2% con lo que marcó en los 18.49 euros su último precio.