El Ibex abre con caídas del 0,21%, hasta los 10.937 puntos. Encabezan las pérdidas Repsol y Banco Sabadell; mientras que la nota positiva la ponen Banco Popular y Cellnex. La petrolera española sufre la decepción causada en el mercado por la reunión de la OPEP, que mantiene al crudo presionado a la baja, con el barril de Brent al filo de los 51 dólares y el de West Texas de los 49.
El cártel acordaba extender los recortes de producción de 1,8 millones de barriles diarios nueve meses más, hasta el cierre del primer trimestre de 2018, pero los operadores creen que es una medida insuficiente tanto en tiempo, como en cantidad.
“El hecho de que la OPEP sólo haya sido capaz de cumplir con las expectativas, sin sorprender positivamente, sólo ha servido para destacar como se encuentran ‘atrapados’ tanto por el fracking como por otros productores que no pertenecen la organización”, destaca Michael Hewson, de CMC Markets UK. Para que el petróleo continúe su rally, añade, “hacen falta reducciones más profundas y eso no se ha conseguido”, concluye.
Vea también: "Las Bolsas necesitan más caídas en precio o tiempo para purgar los excesos"
A pesar de esta nota negativa, no obstante, en Wall Street tanto S&P 500, como Nasdaq, han vuelto a cerrar en máximos históricos; mientras la volatilidad ha vuelto a ver niveles por debajo de 10. Llama la atención de José Luis Carpatos, analista independiente, la fortaleza de la Bolsa neoyorquina, mientras los fondos siguen saliendo de la renta variable estadounidense, y la europea vuelve a recibir dinero, y ya van 13 semanas consecutivas, según datos de Lipper.
En concreto, el selectivo más importante del mundo encadena ya 19 récords y seis jornadas consecutivas al alza, en su mayor rally desde febrero, apoyado en esta ocasión, señala Ramón Morell, analista de ETX Capital España, “en los resultados de las minoristas, Best Buy y PVH Corp, entre otras, que excedieron las previsiones”. Añade este experto la “estable confianza de los inversores en la economía norteamericana a la luz de los últimos datos”.
Así, este viernes será clave la publicación de la segunda estimación del PIB del primer trimestre y de la lectura final de mayo de la confianza del consumidor de la Universidad de Michigan. “Será interesante comprobar si todo lo acontecido en Washington en las últimas semanas, que ha puesto por momentos a Trump contra las cuerdas, comienza a tener impacto en la confianza del consumidor estadounidense, confianza que se ha disparado al alza desde las presidenciales. Entendemos que esta cifra, de ser negativa, podría provocar algunas tomas de beneficios en la Bolsa estadounidense, lo que arrastraría a las europeas, más teniendo en cuenta que el lunes es festivo en EEUU y los mercados se mantendrán cerrados por la celebración del ‘Memorial Day’”, apuntan desde Link Securities.
Advierte esta firma que en Wall Street, “las valoraciones de muchas empresas cotizadas comienzan a dar vértigo, sobre todo teniendo en cuenta que la semana que viene, cuando vuelva el presidente de su gira por varios países, se reanudará ‘la caza’ y, probablemente, vuelvan las tensiones a Washington y la incertidumbre a los mercados”.
Vea también: "En modo consolidación a la espera que se depuren excesos"
Pero, de momento, el republicano sigue a este lado del Atlántico y acude a la reunión del G7 que se celebra en Sicilia para discutir cuestiones comerciales y de cambio climático, tras reclamar el jueves a los miembros europeos de la OTAN mayores aportaciones de dinero.
En este contexto, el Departamento de Análisis de Bankinter llama la atención sobre “la novedad” que ha sido, durante esta semana, “la rotación de sectores. La cautela ha aparecido en escena y ha provocado que los de mayor rentabilidad hayan sido los más defensivos en detrimento de los cíclicos. Además, los volúmenes medios han sido ligeramente más bajos que los de los últimos meses. Lo que nos lleva a pensar, que a pesar del buen tono de las Bolsas, el mercado prefiere posicionarse en valores más defensivos en perspectiva de posibles correcciones. En este contexto podría tener sentido, sin bajar la exposición a renta variable, moverse hacia valores-fondos con menor nivel de riesgo. De momento permanecemos a la espera para mover carteras”.