Nueva jornada de caídas para el IBEX 35. El índice se deja un 1,77% en los 7.804 puntos. Lo peor es para Acciona, que cae un 6,16% en los 176,70 euros, PharmaMar se deja un 5,27% hasta los 65,10 euros y Grifols cede un 5,13% en los 15,44 euros. En el lado de las alzas, Aena, sube un 2,67% en los 123,15 euros, IAG (Iberia) suma un 1,52% hasta los 1,2690 euros y Cellnex repunta un 1,24% en los 41,49 euros. Solo Siemens ha cerrado también en verde y el resto de componentes del Ibex terminan con pérdidas. 

En Europa, el DAX pierde un 1,89%, el CAC 40 un 1,41%, el FTSE MIB un 3,36% el FTSE 100 un 1,69% y el EURO STOXX 50 un 1,69%. El Gobierno de coalición del primer ministro italiano Mario Draghi corrió el riesgo de colapsar el jueves después de que el Movimiento 5 Estrellas, uno de sus miembros, no apoyó una moción de confianza parlamentaria que incluía medidas para compensar la crisis del costo de la vida. 

La Comisión Europea recortó el jueves sus previsiones de crecimiento económico en la zona del euro para este año y el próximo y revisó al alza sus estimaciones de inflación, debido en gran medida al impacto de la guerra en Ucrania.

En sus previsiones trimestrales, Bruselas confirmó sus perspectivas más pesimistas, que ya había debatido con los ministros de Economía de la zona del euro el lunes. La Comisión prevé ahora un crecimiento del 2,6% este año para el bloque monetario de 19 países, ligeramente inferior al 2,7% que había previsto en mayo.

Pero el año que viene, en el que el impacto de la guerra de Ucrania y del aumento de los precios de la energía puede sentirse de forma aún más aguda, Bruselas prevé ahora un crecimiento del 1,4%, en lugar del 2,3% estimado anteriormente.

"Es posible que se produzca una tormenta, pero de momento no estamos ahí", dijo el comisario de Economía de la UE, Paolo Gentiloni, señalando que la caída del euro hasta la paridad con el dólar era motivo de preocupación sobre todo para las economías en desarrollo, más que para la zona euro, porque el euro se estaba apreciando frente a otras monedas importantes.

Para la Unión Europea de 27 países, la previsión de crecimiento se mantuvo en el 2,7% para este año, pero se revisó a la baja hasta el 1,5% en 2023, desde la previsión anterior del 2,3%. En un cambio importante, la Comisión también elevó sus estimaciones para la inflación de la zona del euro, que ahora se espera que alcance un máximo del 7,6% este año antes de caer al 4,0% en 2023. En mayo, la Comisión había indicado que los precios en la zona del euro subirían un 6,1% este año y un 2,7% en 2023.

Bruselas advirtió que la inflación general podría subir aún más si los precios del gas se disparan debido a que Rusia corte el suministro, lo que podría llevar a una nueva revisión a la baja del crecimiento.

Tampoco se pueden descartar los riesgos para las perspectivas de un resurgimiento de la pandemia de COVID-19, dijo la Comisión.

Alemania también alerta de un doloroso segundo semestre, entre los problemas del gas ruso. La economía alemana soportó bien el impacto de la guerra de Ucrania en la primera mitad de 2022, pero hay grandes preocupaciones sobre el efecto que tendrá una nueva reducción de las entregas de gas ruso en los próximos meses, dijo el Ministerio de Economía.

"Las incertidumbres sobre la continuación de los suministros de gas ruso están creando una perspectiva notablemente más sombría para la segunda mitad del año", dijo el ministerio en su informe mensual publicado el jueves.

Es posible que Europa necesite racionar la oferta de energía en lo que se perfila como un invierno "realmente duro" debido a la disminución del suministro de gas natural a medida que Rusia restringe los flujos, dijo el jueves el presidente ejecutivo de Shell, Ben van Beurden. "Será un invierno realmente duro en Europa. A algunos países les irá mejor que a otros, pero todos enfrentaremos una escalada muy significativa en los precios de la energía", dijo Van Beurden. 

Los precios del petróleo recortan terreno: los futuros del Brent ceden un 2,48% en los 97,10 dólares y los del WTI restan un 3% en los 93,41 dólares el barril. 

Por el lado empresarial, Deutsche Telekom ha confirmado este jueves que venderá el 51% de su negocio de torres a un consorcio formado por la canadiense Brookfield y el grupo de capital riesgo DigitalBridge Group Inc, después que presentaran una oferta sorpresa. Deutsche Telekom informó hoy de que se queda con una participación del 49% de la cartera de torres con derechos minoritarios significativos por lo que participará en la apreciación del negocio de infraestructuras.

Wall Street cae tras la decepción de JPMorgan y Morgan Stanley

Comienza de forma oficiosa la temporada de publicación de resultados trimestrales en Wall Street, y lo hace con dos de los grandes bancos estadounidenses dando a conocer sus cifras: JPMorgan Chase y Morgan Stanley.

JPMorgan Chase ha registrado una caída mayor a la esperada, del 28%, en las ganancias del segundo trimestre, ya que el banco más grande de Estados Unidos reservó más dinero para cubrir posibles pérdidas ante los crecientes riesgos de una recesión. En concreto, el banco registró una ganancia de 8.600 millones de dólares, o 2,76 dólares por acción, por debajo de la expectativa promedio de los analistas de 2,88 dólares por acción, según Refinitiv. Además ha registrado una caída del 61% en los ingresos de banca de inversión.

Se espera que los cuatro bancos más grandes de EE. UU. registren 3.500 millones de provisiones para pérdidas en el trimestre, ya que se preparan para una fuerte desaceleración económica con la Reserva Federal de EE. UU. aumentando agresivamente las tasas de interés para controlar la inflación galopante. 

El presidente ejecutivo, Jamie Dimon, señaló una serie de preocupaciones, incluida la tensión geopolítica, la alta inflación, la disminución de la confianza del consumidor y el ajuste cuantitativo "nunca antes visto" como amenazas para el crecimiento económico mundial.

Tampoco Morgan Stanley alcanzó las estimaciones de ganancias, por primera vez en nueve trimestres, ya que su unidad de banca de inversión luchó para hacer frente a una caída en la negociación global.

Las acciones agresivas de la Reserva Federal de EE. UU. para contener la inflación desbocada han sacudido los mercados financieros mundiales, obligando a las empresas a frenar su apetito por acuerdos, al tiempo que ralentizan sus esfuerzos para recaudar efectivo a través de ofertas de acciones y deuda.

La turbulencia, a su vez, ha alterado un lucrativo flujo de ingresos para los bancos de inversión, cuyos resultados también se enfrentan a duras comparaciones con años anteriores, cuando las políticas monetarias acomodaticias llevaron a niveles récord de acuerdos.

Los ingresos de la banca de inversión se desplomaron un 55% a 1100 millones de dólares, y el negocio de asesoría del banco sufrió un impacto del 10%. Los ingresos técnicos de renta variable y renta fija también se desplomaron un 86% y un 49%, respectivamente.

Ayer se conoció también que la inflación en Estados Unidos prosiguió su ascenso y en junio se situó en el 9,1%, una tasa no vista desde 1981 y empujada, como viene siendo habitual en los últimos meses, por el encarecimiento de la energía y de los alimentos. En un mes, los precios de consumo subieron el 1,3%, según los datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).

El presidente de la Reserva Federal de Atlanta, Raphael Bostic, dijo el miércoles que una inflación de junio más alta de lo esperado podría requerir que las autoridades monetarias consideren un aumento de 100 puntos básicos en su reunión de política monetaria de este mes.

"Todo está en juego", dijo Bostic a periodistas durante una gira por Tampa y San Petersburgo, luego de la publicación del informe que mostró que los precios al consumidor aumentaron un 9,1% el mes pasado.

Si bien dijo que necesitaba estudiar más detenidamente el reporte, sintió que "los números de hoy sugieren que la trayectoria no se está moviendo de manera positiva (...) Cuánto necesito adaptarme es realmente la siguiente pregunta".

La elevada inflación, las decisiones de los bancos centrales, el temor a una desaceleración económica por los cortes de gas en Europa por parte de Rusia y la debilidad del euro frente al dólar, que ayer llegó a situarse por debajo del 'billete verde' por primera vez en 20 años.

Al cierre de la sesión en Europa, el euro cae un 0,48% hasta los 1,0011 dólares.

En lo que va de año, el euro acumula una depreciación próxima al 12% respecto del dólar como consecuencia del mayor temor a que la eurozona acabe entrando en recesión por el impacto de la guerra de Ucrania en los precios y mercados, así como por el adelanto con el que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) comenzó a endurecer su política monetaria en comparación con el Banco Centra Europeo (BCE).

En el mercado de deuda, la prima de riesgo española rondaba los 116 puntos básicos en el cierre del mercado bursátil, con el interés exigido al bono a diez años en el 2,35%.