La Reserva Federal se tomó un respiro, el Banco Central de Japón escurría el bulto, el Banco Central Europeo no decía nada y fue el Banco de Inglaterra el que dio el paso adelante bajando los tipos de interés y reactivando el programa cuantitativo para intentar parar cualquier daño.
Pues bien, tras una fortísima bajada de la libra, los datos macroeconómicos que hemos tenido de Reino Unido que ya contaban con el susto del referéndum en el cuerpo, no han salido tan malos como se esperaba. Recordemos la bajada del desempleo, el buen crecimiento de los salarios y el fuerte repunte de las ventas minoristas precisamente porque había productos más asequibles desde monedas extranjeras. Hoy hemos conocido algunos datos del sector industrial y hay perspectivas muy buenas gracias a las exportaciones.
Como lo anterior no nos sugiere problemas serios por la salida de Reino Unido de la Unión Europea, JP Morgan es el primero que ha dado al paso adelante y ha dicho que ya no espera que en la próxima reunión del Banco Central Europeo se bajen los tipos de interés y una extensión extra del programa cuantitativo.
Lo anterior puede no parecer mucho, pero que un banco como JP Morgan ya no vea que un banco central como el BCE apriete el acelerador de las medidas para contener el daño, es muy significativo porque nos dice que la ventana de apoyo de los bancos centrales a la economía puede cerrarse y eso ser determinante para lo que queda de año y comienzos del próximo.
Primero de todo, el sector bancario español era de los peores en el día de hoy incluso estando en positivo, porque estaban lejos de los máximos del día, pero en cuanto se empezó a ver toda la posible situación que puede tener el sector bancario en el futuro, porque podría ponerse fecha de caducidad al entorno de bancos centrales que tanto les está haciendo daño, han empezado a mejorar muchísimo y eso está haciendo que el súper sector bancario sea el segundo mejor del día.
Como podemos imaginarnos, el euro ha ganado fuerza otra vez y está atacando los máximos del mes, por lo que automáticamente el dólar tiene debilidad y eso está haciendo que las materias primas mejoren, de ahí que el súper sector de recursos básicos sea el mejor del día.
La preocupación por los bancos centrales es el principal factor de medio plazo y va a ir increscendo según nos acerquemos al final de esta semana porque recordemos que tenemos un encuentro global de banqueros centrales en Wyoming, donde se espera que hable la presidenta de la Reserva Federal y quizá se añada a la corriente de los últimos comentarios de los banqueros centrales regionales de Estados Unidos en el sentido de que la economía de Estados Unidos ya se está acercando a un momento en el que puede aguantar la subida de tipos de interés. Si a esto le unimos que de momento no hay evidencias serias de que la salida de Reino Unido de la Unión Europea tenga efectos catastróficos, pues ese factor que les hace esperar podría desvanecerse, así que debemos estar muy atentos a lo que pueda pasar con los nuevos datos macroeconómicos de Estados Unidos, como por ejemplo el de creación de empleo del mes de agosto, ya que la situación puede volverse favorable a las intenciones de la Reserva Federal.
La gran incógnita la tendremos otra vez en el mercado, pues volveremos a tener el problema de un conflicto entre un encarecimiento del dinero y por otro lado una fortaleza económica mundial.
El verdadero problema, se asemeja mucho a la situación que tuvimos cuando el anterior presidente del Banco Central Europeo subió los tipos de interés, sabiendo el mal estado de la economía de los países de la periferia, lo que ahondó en los problemas mucho más. Es cierto que nuestro país tiene cifras muy agradables económicamente hablando, pero hay cosas que deben mejorarse. Lo que levanta preocupaciones es lo que podría pasar en la economía española si la gran cantidad de empleos temporales y de bajos salarios se le somete a un entorno de encarecimiento del crédito, ya que podría tener efectos negativos y eso, desafortunadamente, deberemos ir valorándolo con el tiempo.