Para el año ve esta cota en 10.500 puntos aunque, claro, esto dependería de la evolución de Latinoamérica y los posibles eventos de mercado que puedan producirse. Para el analista técnico de la entidad, Óscar Germade, “el nivel de 10.5000 puntos es factible si se acaba de romper el rango de cotización actual del Ibex 35”.
Para el S&P 500 prevén que acabe este año en 2.290 puntos, lo que implicaría una subida de casi un 5% desde los niveles y que terminaría 2017 en 2.620 puntos, un 20% sobre el nivel actual. Sin embargo creen que para que estas previsiones se confirmen deberíamos comenzar a ver mejoras en las previsisiones de beneficio por acción de los analistas. Aunque Ponce considera que estos incrementos deberían rondar el 22% para llevar el PER a su media histórica de largo plazo de 14 veces beneficios (desde las 16 veces actuales), considera que con comenzar a ver movimientos en este sentido sería suficiente.
También son positivos con respecto a la renta variable europea, ya que creen que la mejora del ambiente económico y la subida de la inflación terminará elevando el comportamiento de la rentabilidad de los bonos y que eso, finalmente, acabará incidiendo positivamente en la evolución del sector financiero del continente. Precisamente, la fuerte ponderación de bancos y aseguradoras en el Eurostoxx es lo que ha provocado el peor comportamiento de este índice ete año, en opinión de Estefanía Ponce.
Para el Eurostoxx50 espera una subida hasta 3.750 puntos hasta finales del año que viene, lo que implicaría una subida de un 23% sobre los niveles actuales. En este caso, en la firma también creen que para que se comiencen a catalizar todas estas subidas deberíamos ver un inicio en las mejoras de las previsiones de beneficio por acción de los analistas. Según Germade para que se confirmen estas subidas el selectivo europeo debería superar la cota de 3.100 puntos, lo que lo sacaría de su movimiento lateral.
Pero para que todas estas previsiones cristalicen, en BNP consideran que es necesario que se cumplan sus estimaciones de crecimiento de inflación que provocará una mejora de los márgenes y, en consecuencia, un incremento de los beneficios por acción. Estos márgenes mejorarían siempre y cuando la inflación repunte y se sitúe por encima de los costes laborales de las empresas.
En la firma consideran que el aumento de los precios será posible, sobre todo, por el aumento del petróleo y sitúan el precio del brent en unos 65-66 dólares por barril para finales del próximo ejercicio. Sólo un ejemplo, para el año que viene estiman que la inflación en EEUU estará entre el 2,5% y el 3% “algo que no parece descabellado porque la subyacente ya está en el 2,2%”, explica Ponce.
Esto va a provocar que la FED subirá los tipos de interés una vez este año, en la próxima reunión del 14 de diciembre y dos veces más el próximo ejercicio. Todo dependerá, claro, de que la geopolítica no lo desbarate todo.