El IBEX 35, que arrancó la sesión lleno de dudas, sube a media tarde un 2,37% hasta los 9.171 puntos. El selectivo español viene de sufrir ayer su mayor caída (-3,5%) desde junio del año pasado. En apenas una semana el índice ha caído un 5,80%, alejándose sensiblemente  de los máximos anuales en 9.511 puntos del lunes de la semana pasada. 

Diego Morín, analista de IG, ha explicado qué niveles clave hay que vigilar ahora para el Ibex 35: 

Los mayores descensos a primera hora de la mañana eran para los bancos, pero a esta hora todas las entidades se sitúan en verde, con Banco Sabadell y Caixabank registrando avances superiores al 4%. No obstante, la mayor subida es para Melia Hotels, que se anota un 4,56%.

El sector financiero viene de dos días de fuertes pérdidas en medio de la incertidumbre que se ha creado en el mercado por la quiebra del SVB Financial estadounidense y a pesar de la actuación de las autoridades bancarias estadounidenses para intentar evitar un contagio. En la jornada de ayer el mayor castigo fue para Banco Sabadell (-11,81%), por delante de Bankinter (-8,54%), BBVA (-8,24%), Unicaja Banco (-7,78%), Banco Santander (-7,35%) y Caixabank (-6,24%).

Uno de los pocos valores que lograron ayer escapar del duro castigo es Solaria, que intenta acercarse a los 18 euros por acción. El valor no logra recuperarse del todo en medio de los peores momentos del Ibex en lo que va de año, mientras gotea a la baja, presionado además por las posiciones cortas que se mantienen sobre el valor.

Los inversores deberán estar atentos hoy también un día más a la cotización de Ferrovial. La compañía, en el centro de la polémica por su decisión de abandonar España y trasladar su sede a Países Bajos, negociará con Maryland para hacerse con una autopista de 3.000 millones, según publica elEconomista.es.

En cuanto a las recomendaciones de los analistas, los expertos de RBC Capital han recortado la recomendación de Redeia (REE) de ‘sobreponderar’ a ‘igual que el sector’, rebajando el precio objetivo de 20 a 18,5 euros.

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En el apartado macroeconómico, hoy los inversores han desayunado con el dato del IPC de febrero, que subió un 0,9% en febrero en relación al mes anterior y elevó una décima su tasa interanual, hasta el 6%, por el encarecimiento de la electricidad, de los paquetes turísticos y de los alimentos. Por la tarde se ha conocido también el IPC de EEUU, que aumentó un 0,4% en el mes, situando la tasa de inflación anual en el 6%, según informó el martes el Departamento de Trabajo. Ambas lecturas coincidieron exactamente con las estimaciones que había manejado el mercado. Si se excluyen los volátiles precios de los alimentos y la energía, el IPC subyacente aumentó un 0,5% en febrero y un 5,5% en 12 meses.

Sin embargo, las presiones inflacionistas parecen haber pasado a un segundo plano en las preocupaciones del mercado. “Todo lo acontecido en los mercados financieros de EEUU en los últimos días ha complicado, y mucho, la lucha de la Reserva Federal (Fed) contra la inflación”, explica Juan J. Fdez-Figares, director de Gestión IICs. Así, “los inversores dan ahora mayor importancia al esfuerzo que debe hacer la Fed para impedir que la crisis bancaria se enquiste y/o vaya a más, que a su objetivo de reducir la inflación”. 

En este sentido, cabe destacar cómo han variado en cuestión de pocos días las expectativas del mercado con relación a las próximas actuaciones de la Fed en materia de tipos. Si bien los inversores siguen apostando por que el banco central volverá a subir sus tasas de referencia en 25 puntos básicos en la reunión que celebrará su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) la semana que viene, a partir de ese momento ya no esperan más incrementos. Es más, apuestan nuevamente porque la Fed comience a reducir los tipos oficiales antes de que finalice el año. 

“No tenemos tan claro que ello vaya a ser así”, apunta el experto. “Lo que sí es evidente es que si ya antes la labor de la Fed era compleja, ahora, tras las caídas del SVB y del Signature Bank el pasado fin de semana, el trabajo de la máxima autoridad monetaria estadounidense se complica mucho más, como también lo hace el del resto de bancos centrales, comenzando con el BCE, que el jueves celebra su Consejo de Gobierno, reunión en la que estamos seguros que analizará en profundidad cómo ha cambiado el escenario de tipos en cuestión de días, lo que le debería llevar a actuar en consecuencia”.

En el resto de plazas bursátiles europeas, el mercado intenta una tímida reacción: El DAX sube un 0,5%, sobre los 15.038,05 puntos, el FTSE -100 se mantiene plano sobre los 7548,6 puntos, el CAC 40 se anota un 0,2%, el EURO STOXX 50 avanza un 0,2%, sobre los 4.107,85 puntos mientras el FTSE MIB abre en los 26.192 puntos tras abre con ligeras subidas.

Ayer, el DOW JONES y el S&P 500 cerraron en negativo, mientras que el NASDAQ 100 de gran peso tecnológico logró una subida del 0,45%.

Las bolsas asiáticas han caído, con los valores bancarios de Tokio liderando las pérdidas, ante el temor a una crisis bancaria en EEUU. El Nikkei 225 de Tokio retrocedió un 2,19% al cierre, hasta marcar 27.222 puntos. 

En los mercados de materias primas, los precios del petróleo se dejan más de un dólar, ampliando la caída del día anterior. Los Futuros del petróleo Brent de referencia en Europa se pagan a 79,96 dólares por barril, mientras que el West Texas estadounidense se sitúa en 73,98 dólares.

Las turbulencias del mercado han empujado a los inversores a comprar bonos soberanos, con las rentabilidades (que se mueven de manera inversa al precio) bajando drásticamente. En la mañana de este martes el rendimiento del bono español de deuda a diez años baja hasta el 3,322%, si bien la prima de riesgo respecto a su homólogo alemán se dispara hasta los 110,10 puntos. Al otro lado del Atlántico, el bono estadounidense a diez años ofrece una rentabilidad en el mercado secundario de un 3,511%.

El euro baja un 0,43% frente al dólar hasta establecer el tipo de cambio en 1,0686 dólares por cada moneda comunitaria.