Febrero es el mes en el que, por desgracia, ha resurgido el Euríbor. El principal indicador que se utiliza en España para el cálculo de las hipotecas se pone sobre la mesa con el primer avance tras tres meses consecutivos de recortes.
El mero hecho de que el BCE no subiera tipos ha propiciado esas caídas consecutivas que se han quebrado de forma abrupta en el mes de febrero. Y todo se debe a un factor. El mercado tras la pausa continuada en los tipos por parte del BCE se las prometía felices estableciendo prontas bajadas de tipos, el factor que ha contribuido también a que el mercado, desde el pasado mes de octubre, no deje de revalorizarse.
Pero así como las bolsas mantienen el pulso alcista, el hecho de que el Banco Central Europeo, junto con otros bancos centrales, haya señalado que los recortes de tipos no se tienen en mente a corto plazo, ha servido, para que este repunte haya encarecido las cuotas de aquellos que han de revisar sus hipotecas a un año vista.
De hecho, hemos pasado del 3,534% en el nivel de euríbor en febrero de 2023 al 3,671 marcado en igual mes de 2024. Y eso que todas las estimaciones se veían volcadas a lo contrario. las pausas anteceden caídas cuya lectura previa alcanza ante al indicador hipotecario, que a las bajadas reales de tipos del BCE.
Pero todo es se muestra en la psicología de los mercados. El mero hecho de que se retrasen los recortes de tipos frente a lo que se esperaba, ha tensionado al mercado hipotecario y, por eso, desde el mismo día 2 de febrero, los avances en el euríbor diario no han parado.
Aunque a aquellos que tengan una revisión semestral sí se les corrige a la baja el importe a pagar en la cuota de la hipoteca mensual, no ocurre lo mismo ni de lejos para el caso de aquellos que tengan que realizar una revisión anual.
Pero aquellos que tengan una hipoteca variable a 30 años, con un diferencial sobre el euríbor del 0,99% les tocará pagar unos 12 euros más al mes, lo que se convierte en un pago anual superior de 144 euros.
Ya en el caso de que la cuantía sea el doble, es decir 300.000 euros, se doblaría la cantidad, a 24 euros más al mes, 288 euros más al año, por tanto, en todo un año hasta la próxima revisión.
Para los semestrales, desde agosto, en el que, con estas mismas condiciones tuvieron que pagar al mes casi 49 euros más, ahora reducirán su cuota en 38,5 euros, con 150.000 euros de cuantía en el préstamos hipotecario y con 76,9 euros menos al mes, si dobla esa cantidad.
Pero, lo más importante de todo, es si este cambio de tendencia, con nuevas subidas en el euríbor, se concretará en los meses de marzo y abril. En este caso, todo dependerá de si el mercado empieza a leer que los recortes de tipos cada vez están más cerca. De no ser así, el euríbor, seguirá repuntando.
Por ejemplo, desde Renta 4 estiman que las bajadas de tipos limitarán su cuantía y se retrasarán hasta junio, mientras esperan que el Banco Central Europeo realice hasta cuatro recortes en 2024.
Desde Morningstar Michael Field, su estratega para los mercados europeos, destaca que junio también es la fecha para un próximo recorte de tipos por parte del BCE. Señala que la clave sigue siendo la evolución de los datos de inflación, como los adelantados que conocimos, en el flash de la eurozona, el pasado viernes.
Las cifras indican que la inflación general se ha desacelerado en febrero, hasta niveles del 2,6% interanual, dos décimas de caída en el último mes, aunque por debajo lo de lo que esperaba el mercado, niveles del 2,5%.
Eso sí muestran su nivel de evolución más lento en los últimos tres meses, aunque la cota permanece todavía por encima del objetivo marcado por el BCE, el 2%.
Pero lo que esta misma semana, el jueves para ser exacto debe decidir el BCE en su Consejo de Gobierno, no es si el último mes el IPC de los países de la moneda única bajó, sino si la marcha de la inflación a la baja es sostenida en el tiempo, tal y como destacó en su comparecencia en el Europarlamento la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, hace tan solo unos días.