Enero puede ser el último mes, para todos aquellos que tienen revisión anual de sus hipotecas y estén referenciadas al euríbor, en el que suba el recibo mensual que pagan por sus préstamos para la compra de una vivienda. 

En concreto, en el primer mes del ejercicio, el cierre medio del mes coloca al indicador más utilizado en la compra de una vivienda en el 3,6% ligeramente por encima del 3,33% en el que cerraba el indicador en enero de 2023. 

Por tanto, a todos aquellos a los que les toque revisión de su hipoteca, tendrán que pagar, por ejemplo, en el caso de tener una hipoteca con euríbor más un diferencial del 1% con un préstamo de 150.000 euros a 25 años, unos 20 euros más al mes con el dato de este enero. 

De esta forma, el euríbor refrenda su tendencia a la baja de los últimos meses, tres en concreto consecutivos, lejos ya incluso de las cotas del 4% que han marcado al indicador desde junio a noviembre del pasado ejercicio. Con el actual nivel el índice se coloca entre los meses de febrero y marzo del pasado ejercicio. 

Así, vemos como los niveles de euríbor del pasado mes de febrero, en los que cerró en 3,534% el indicador, podrían quebrarse a la baja en las próximas semanas, de seguir esta progresión y, marcar, el primer abaratamiento de las hipotecas desde julio de 2020 en el pago de las hipotecas en España, siempre y cuando esté adscritas al euríbor. 

Y por supuesto todo se debe a que el mercado ya descuenta desde hacer algunos meses que el Banco Central Europeo dejaba de subir los tipos de interés poniendo coto al repunte emprendido, de forma vertical y por efecto de la inflación, desde julio de 2022. 

El periodo de recorte del euríbor ha coincidido, exactamente, con los tres meses en los que las sucesivas reuniones del BCE presidido por Christine Lagarde, no ha movido los tipos de interés, tras elevarlos en hasta 10 encuentros consecutivos de la entidad central de la eurozona con sede en Frankfurt. 

De momento, no hay previsión ‘real’ de cuándo empezarán los recortes de tipos, en especial, tras los repuntes de precios, que tal y como auguraba el BCE se están produciendo en este último mes. La presidenta Lagarde, en Davos, indicó una probable fecha en verano, pero en la última reunión del Consejo de Gobierno de la entidad señaló que los tipos se mantendrían elevados en sus niveles actuales del 4,5% durante “un periodo lo suficientemente largo” y que la política monetaria seguiría siendo restrictiva el tiempo que fuera necesario. 

Sin embargo, desde la reunión, los marcadores del euríbor diario se han ido relajando, lo que indica claramente que el mercado espera un recorte antes incluso de lo perfilado por el BCE hasta el momento.  

Y es que las subidas de las hipotecas, además en épocas de elevada inflación, especialmente en partidas como a la de los alimentos a doble dígito, han llevado a cambios significativos por parte de los usuarios respecto de sus préstamos para la compra de vivienda, tal y como ha constatado el Banco de España. 

Por ejemplo, entre enero y noviembre del pasado ejercicio, las renegociaciones hipotecarias han crecido un 166% mientras se colocan en 4.327 millones el total de dinero de estas nuevas operaciones. Y todo se produce también frente a la fuerte caída de las nuevas hipotecas que se constituyen, que bajan un 20%.