El índice euríbor continúa condicionado por la alta inflación y por las perspectivas de nuevas subidas de tipos por parte del BCE ante una inflación que no termina de doblegarse. De hecho, el IPC de la Eurozona acumula quince meses consecutivos de subidas y se encuentra en el 10,6%, máximos desde que hay registros. El organismo que preside Christine Lagarde continúa reiterando la necesidad de subir los tipos de interés para estabilizar los precios, aunque en las últimas semanas el empeoramiento del cuadro macro está generando una mayor división de opiniones. Los próximos datos serán determinantes. Aunque la inflación caiga, la mayoría de expertos reconocen que todavía está lejos del objetivo del 2% que se fijan los organismos monetarios, lo que hará que se sigan subiendo los tipos. “En la reunión de diciembre se espera una subida de tipos de entre 50 y 75 puntos básicos, lo que situaría los tipos en el rango entre 2,75% - 2,50% por primera vez desde finales de 2008”, reconoce Joaquín Robles, analista de XTB.
El euríbor ha pasado del -0,487 hasta el 2,83% en los últimos doce meses, lo que supone un incremento del 3,31%. “Tomando como referencia el importe y el plazo de amortización medio de una hipoteca en España, que son 150.000 euros y 24 años, en el caso de una revisión anual de los intereses, la subida sería de 2.816 euros, lo que se traduce en un aumento de la cuota mensual de 234 euros”, reconoce el experto de XTB.
El gobierno anunció la semana pasada una serie de medidas para amortiguar el impacto de la subida del euríbor a los colectivos más vulnerables. En España, cerca del 70% de las hipotecas están constituidas a un tipo variable y se calcula que cerca de un millón de personas podrán acogerse a estas medidas. El inconveniente es que las reducciones en la cuota están asociadas a una extensión en la vida de los préstamos, lo que supone un aumento de los intereses a pagar por los prestatarios.