Recordemos que su opinión sobre el referéndum, antes de que se produjese, era que había un problema dentro de Europa y es que Reino Unido siempre se había decantado por acuerdos económicos y el resto de Europa lo que buscaba era unión mucho más fuerte, así que él consideró que “si la rotura no se producía en ese momento, cada cierto tiempo aparecerían tensiones y este tema volvería otra vez a la superficie”.
En relación a lo que pasa en el mercado de divisas, apuntó que la libra “está sometida un doble golpe y pide que las autoridades tengan un buen plan B tras la salida, porque si no, podría verse paridad frente al dólar”.
Con respecto a activos a manejar, aseguró que aguantaría el tipo “con respecto a los bancos en Reino Unido pero que hay un montón de buenas oportunidades en otros activos entre los que cita los bienes inmobiliarios comerciales”.
Siguiendo el hilo de las divisas, comentó que Japón podría verse obligada a intervenir para controlar su moneda, “lo que abriría la puerta a competiciones de devaluación, algo que todo el mundo se comprometió a no hacer, pero evidentemente no se contaba con el resultado del referéndum”. En definitiva, el Banco de Inglaterra ha movido pieza, el Banco de Japón puede verse obligado, y como consecuencia, el Banco Central Europeo podría extender el programa cuantitativo.
Sobre la situación en Estados Unidos, dijo que la mayor rentabilidad en la renta fija norteamericana, “ha traído dinero de Europa en donde se anda buscando no sólo la rentabilidad sino también un movimiento positivo a su favor en el mercado de divisas”.