El empujón de Jefferies no es suficiente para animar las compras en Repsol. ¿Por qué cae?

Que Repsol lleva un año espectacular en el Ibex 35, es un hecho. La petrolera acumula una revalorización del 36% en un entorno en el que la guerra en Ucrania llegó a disparar los precios del petróleo hasta rozar los 140 dólares por barril.

Pero, es precisamente la relajación del crudo estos días, lo que está llevando al valor a cotizar ligeramente a la baja. Este viernes, Repsol recorta más de un 1,4%, hasta tocar intradía los 13,85 euros. De seguir así, la petrolera podría marcar su tercer sesión consecutiva a la baja a cierre.

Con ello, los inversores siguen apostando por las ventas, en contra de las recomendaciones de los analistas. De hecho, Repsol ha recibido hoy una mejora en su precio objetivo, en este caso por parte de Jefferies, que eleva su valor de 18 a 19 euros. Con ello, el potencial para Repsol de cara a los próximos doce meses es del 37% teniendo en cuenta la cotización actual.

Si tenemos en cuenta el consenso de Reuters, los expertos también creen que Repsol puede seguir dando más de sí, con un precio objetivo de media de 17,04 euros que se encuentra un 22,7% por encima de su cotización. El consejo es asimismo de ‘comprar’.

¿Por qué cae Repsol?

Las caídas de estas últimas jornadas en la cotización de la petrolera del Ibex 35 se podrían explicar de una forma simple: se mueve a la par que la de su principal producto, el petróleo. Y este viernes, nuevamente los precios del petróleo pierden terreno, algo que se hace notar en las acciones de Repsol. 

Hoy los futuros del Brent restan un 0,35% hasta los 108,65 dólares, mientras que los del West Texas caen un 0,52% en los 105,21 dólares.

Los descensos del crudo llegan un día después de que la OPEP+ anunciara que se ha ceñirá al aumento de 648.000 barriles previsto para agosto y se ha abstenido de tomar ninguna decisión más allá de esa fecha, lo que podría añadir un elemento de incertidumbre a los objetivos futuros, sobre todo teniendo en cuenta los recientes informes que indican que incluso Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos están funcionando cerca de su capacidad.